Desde el principio hasta la eternidad: un estudio de la gran narrativa de la EscrituraMuestra

Antes de morir, Moisés les recordó a los israelitas su compromiso de vivir en una relación de pacto con Dios. A través de Israel, Dios estaba trabajando para reconstruir Su reino y traer bendición al mundo entero.

Lee Josué 1:1-9.

Al igual que Moisés, Josué llevó a Israel a vivir en obediencia al Señor. Por esta razón, vemos que Dios otorga favor continuo a Israel.

Después de la muerte de Josué y de sus contemporáneos, el autor de Jueces escribió estas escalofriantes palabras:

Y toda aquella generación también fue reunida con sus padres. Y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR ni la obra que él había hecho por Israel. E hizo el pueblo de Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.

Jueces 2:10-11 (NVI)

El pueblo de Israel abandonó al Señor, y Él respondió a su desobediencia entregándolos en manos de sus enemigos. La gente cayó en un ciclo devastador de comportamiento.

Lee Jueces 2:16-23.

En lugar de permanecer fieles al pacto que hicieron con Dios, los israelitas comenzaron a adorar a los dioses de las naciones que no lograron expulsar de Canaán.

La historia de Jueces es la historia de la infidelidad de los israelitas a Dios. En lugar de adorarlo como su Señor y Rey, adoraron a los dioses de las naciones que los rodeaban. Pero, a pesar de que fueron infieles al pacto, Dios no lo fue. En respuesta a su pecado, Dios usó fielmente a los enemigos de Israel para castigar a Israel. Pero después de años de opresión, los israelitas clamaron a Dios por liberación. Luego, levantó un juez para ayudar a salvarlos. Vivirían en paz por un tiempo hasta que su ciclo de infidelidad comenzara de nuevo. Si bien hay algunos momentos brillantes durante esta parte de la historia de Israel, la mayor parte del tiempo Israel continuó cayendo en espiral hacia el caos.

Los jueces que Dios levantó fueron una señal de Su amor y fidelidad a Israel. Pero la nación necesitaba una solución mejor; necesitaba un líder que ayudaría a Israel a traer bendición al mundo entero. Israel necesitaba un líder que señalara a los israelitas el camino de la justicia, lejos de su camino del pecado. Israel necesitaba un rey, del que habló Moisés en Deuteronomio. Este rey ayudaría a Israel a vivir su identidad y propósito divinos como subgobernante en el reino de Dios. Él gobernaría a los israelitas de tal manera que florecieran y pudieran ayudar a todos y a todo lo que los rodeaba a hacer lo mismo. ¡Este rey sería el medio a través del cual Dios mediaría Su reino en la tierra!