Enfocar tu vida en encontrarse con DiosMuestra

Aprovechar al máximo nuestro tiempo

Efesios 5:15-16 nos advierte, «Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.»Nuestro tiempo aquí en la Tierra es de extrema importancia. Nunca recuperaremos los días que gastamos vanamente buscando las cosas del mundo. Nunca recuperaremos el tiempo gastado fuera de los propósitos de Dios de recibir y dar amor. Nuestro tiempo aquí es demasiado limitado y de tanta importancia para gastarlo en problemas, preocupaciones, pecados y deseos del mundo. Si vamos a aprovechar al máximo esta vida, debemos aprender a centrar nuestro tiempo en torno al valor eterno de encontrarnos con Dios. Es por esta razón que Santiago 4:13-15 dice:

«Presten atención, ustedes qué dicen: "Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero". ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello".»

Observar cómo empleamos nuestro tiempo es una de las mejores maneras de evaluar la postura de nuestro corazón. Si pasamos todo nuestro tiempo trabajando y pensando en las cosas del mundo, podemos saber que aún no hemos llegado a una revelación correcta de los propósitos de Dios para nosotros. Si pasamos la mayor parte de nuestro tiempo simplemente tratando de pasar los días buscando la felicidad, en lugar de buscar el rostro de nuestro Padre celestial para recibir una alegría trascendente que nos sostenga, podemos saber que aún no hemos rendido nuestras vidas plenamente a nuestro Rey.

Lo maravilloso de la naturaleza del tiempo es que es completamente nuestra decisión el qué hacemos con él. Podemos, ahora mismo, decidir hacer el mejor uso de nuestro tiempo según los propósitos de Dios que se revelan a través de las Escrituras. Nosotros podemos, en este instante, decidir dejar de malgastar nuestros preciados minutos en aquello que es temporal y pasajero y, en cambio, invertir nuestros días en los propósitos eternos, duraderos y llenos de fruto de nuestro Padre celestial.

Salmos 90:12 dice, «Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría…»Dios desea enseñarnos a usar nuestros días sabiamente. Él anhela darnos un corazón con sabiduría para que podamos centrar nuestras vidas en pasar tiempo con Él. Tienes a Dios mismo habitando dentro de ti, listo para guiarte hacia un estilo de vida con propósito. Decide hoy abrirle tu corazón y mente al Maestro, al propio Espíritu Santo, y a vivir de acuerdo a su voluntad. Que encuentres paz, alegría y propósito en cómo inviertes tu tiempo hoy.

Oración

1. Medita en la importancia de usar tu tiempo sabiamente.

«Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos…» Efesios 5:15-16

«Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría…» Salmos 90:12

2. Pídele al Espíritu Santo que te muestre cómo has estado malgastando tu tiempo.Recuerda que Dios no quiere quitarte todo lo que disfrutas. Él no está en contra del entretenimiento, los amigos y las celebraciones. Es un Dios divertido que te ama de verdad. No mezcles la religión con el corazón de tu Padre celestial. Confía en que sin importar lo que él te dirija cambiar, esto resultará en el camino más divertido, satisfactorio y fructífero que puedes vivir.

«Presten atención, ustedes qué dicen: "Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero". ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello".» Santiago 4:13-15

3. Pídele a Dios que te ayude a usar el tiempo sabiamente hoy. Pídele que te ayude a seguir su dirección en el día que tienes por delante.

«Pero digo la verdad: les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré…» Juan 16:7