Enfocar tu vida en encontrarse con DiosMuestra

Eligiendo un Centro

¿Cómo serían nuestras vidas si realmente centráramos nuestro tiempo, energía, emociones y esfuerzos en encontrarnos con Dios? Todos nosotros elegimos centrar nuestras vidas en algo o alguien. Cada decisión se toma a través del filtro de lo que más valoramos. Para algunos de nosotros, centramos nuestras vidas en nosotros mismos. Para otros, centramos nuestras vidas en las opiniones de los demás. Otros eligen centrar su vida en una noción o concepto, creyendo que es lo de mayor valor. Oro para que nosotros, como el cuerpo de Cristo, comencemos a centrar nuestras vidas aquí en la tierra en encontrarnos con nuestro Creador, porque Él es el más digno receptor de nuestro mayor valor.

Centrar nuestras vidas en encontrarnos con Dios es darle valor a la mejor de todas las cosas.

Salmo 84:10-12 dice:“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.”

Cuando colocamos nuestra confianza y valor en Dios, nos posicionamos para vivir en una comunión dichosa con el Padre que nos ama. Nuestro Dios anhela encontrarse con nosotros. Anhela que degustemos y veamos Su bondad. Solo viviendo para la comunión con nuestro Creador por encima de todo lo demás experimentaremos la increíble y abundante vida que Dios anhela darnos.

Yo te habría dicho que Dios fue mi centro durante la mayor parte de mi vida. Habría dicho que Jesús era mi mayor valor; sin embargo, mis acciones, tiempo, pensamientos y emociones nunca reflejaron esas declaraciones. Verás, pasamos tiempo con aquellos a quienes más amamos. Centramos nuestras emociones, acciones y pensamientos en la persona o cosa que más valoramos. A menos que nuestras vidas realmente reflejen una postura de estar centrados en Jesús, debemos hacer una evaluación honesta de nosotros mismos y pedirle a Dios que nos ayude a hacer cambios. Debemos traer nuestra rotura y pecado ante Dios y pedir Su ayuda perfecta para transformarnos en hijos marcados por Su presencia.

Centrar nuestras vidas en cualquier cosa que no sea Jesús solo nos llevará a la decepción y la insatisfacción. Este mundo no tiene nada bueno que ofrecernos. Centrar nuestras vidas en nosotros mismos solo aumentará las cargas y los estrés de este mundo. Centrar nuestras vidas en las personas solo llevará a una montaña rusa emocional impulsada por la rotura y fragilidad de los demás. Centrar nuestras vidas en una idea o concepto solo almacenará un tesoro tan efímero como este mundo que ya está pasando.

Tómate un tiempo hoy para mirar honestamente tu corazón. Deja que el Espíritu Santo te revele cualquier forma en que tu vida no esté centrada en encontrarte con Dios. Confiesa cualquier búsqueda mundana o egoísta y busca centrar tu vida en una increíble y sin límites comunión con tu buen y amoroso Padre celestial.

Oración

1. Medita sobre la importancia de centrar tu vida en encontrarte con Dios. Permite que las Escrituras agiten tu corazón para poner el mayor valor en la comunión con tu Creador.

“Bueno es Jehová para con los que le esperan, para el alma que le busca.” Lamentaciones 3:25

“El fin de todo el discurso oído es este: Temed a Dios y guardad sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.” Eclesiastés 12:13

2. ¿Dónde no está tu vida centrada en encontrarte con Dios? ¿Dónde has colocado tu valor, energía, tiempo y emociones que no sea en Jesús?

“¿Acaso busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” Gálatas 1:10

3. Pide al Espíritu Santo que te ayude a recentrar tu vida hoy. Pídele que te muestre cómo es realmente centrar tu vida en encontrarte con Dios. Toma la decisión de valorar tu relación con Dios por encima de todo lo demás.

“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.” Salmo 84:10-12

“Yo amo a los que me aman, y los que me buscan me hallan.” Proverbios 8:17