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Elijo rendirme antes que controlar (Parte 3)

Me costó mucho que me gustara la historia de Abraham, que estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac. Ya está, lo he dicho.

Probablemente sea el mandato más asombroso y confuso que Dios haya emitido. Recuerda, Dios le prometió a Abraham que tendría a Isaac. Isaac le daría a Abraham tantos descendientes como estrellas en el cielo (otra promesa), y del linaje de Isaac nacería eventualmente el Hijo de Dios, Jesús.

Entonces aparece todo el asunto del sacrificio del niño. ¿Sabía Dios que esto estaba en conflicto con la moralidad que le había enseñado a su pueblo? Esto es lo que hacían las religiones paganas para sus dioses. ¿Sabía Dios lo que estaba pidiendo?

Esta historia me llegó en un momento donde estaba escondiendo mi pecado. Dios me había bendecido abundantemente y abrió un camino que jamás habría soñado. Pero mis propios caminos amenazaban con quitarme todo. Estaba desesperada buscando una forma de confesar, sin tener que soportar lo que pensaba que sería el castigo divino.

La historia de Abraham me dio una nueva perspectiva. ¿Dios es tan celoso de una persona que ajusta sus planes solo por tenerlo?

Sorprendentemente, esta historia parece responder afirmativamente. Dios quería saber si tenía el corazón de Abraham. Eso llamó mi atención.

Mientras luchaba con esta historia, parecía que Dios me susurraba al alma: "deja tus sueños, tu futuro en el altar. No son nada comparados con la eternidad conmigo".

Abraham obedeció a Dios. Subió a la montaña, ató a su hijo en el altar y levantó el cuchillo. Entonces, Dios mostró misericordia. Impidió que Abraham destruyera a su hijo, proveyó un carnero para su sacrificio y lo bendijo por su fidelidad. Yo pasé por un camino parecido.

A veces vivimos como si Dios estuviera esperando a que confesemos nuestros pecados, o renunciemos al control, para poder castigarnos. Pero no es así en absoluto. Cuando estamos dispuestos a dejarlo todo y seguirle, Él nos muestra su misericordia, da a su Hijo como sacrificio en nuestro lugar y nos bendice por nuestra fidelidad.

Actúa: ¿Qué es lo que necesitas hacer para poner tus sueños, preocupaciones, secretos o promesas en el altar ante Dios?

Audra Blake, realizadora en Life.Church