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Elijo el amor antes que la ley (Parte 1)

No sabía lo que estaba haciendo. Elegí una especialidad y una carrera profesional en la universidad, pero estaba perdido relacionalmente. Estaba rodeado de la emoción y la energía de la vida universitaria, con acceso a todos mis amigos, todo el tiempo, todos juntos. Existía la oportunidad de salir con demasiadas personas con demasiada frecuencia. Podía traspasar los límites de la pureza. Seguramente Dios no estaría demasiado enojado.

Pensé que una buena relación era aquella en la que simplemente no hacía cosas malas. Ese era el pensamiento de la “ley”. Pensé que podía acercarme de puntillas a la línea de lo que consideraba sexo siempre y cuando no la cruzara. El amor de Dios, no la ley, debería haber sido mi guía. Mi relación con Cristo y la gente no se trata de abstenerme de las cosas malas, sino de buscar y aferrarme a las cosas correctas. En cambio, estaba haciendo muchas cosas incorrectas y algunas correctas, pero todas por motivos equivocados.

Recuerdo que una noche en la que estaba conduciendo, me di cuenta de que la manera en la que trataba a las personas con las que salía en realidad revelaba mi corazón hacia Dios. Si dejo que el amor gobierne mi relación sirviendo a la otra persona, edificándola y anteponiendo sus necesidades a las mías, entonces eso surgiría como adoración a Dios. Sería como decir: “¡Dios, guau! Hiciste bien cuando la creaste. Apreciaré tu creación y la trataré con respeto y cuidado”. La forma en que lo había estado haciendo decía algo más como esto: "Dios, voy a intentar salirme con la mía en todo lo que pueda, sin violar tus leyes, ¿guay?". ¿Ves cómo el amor es mucho más venerable y poderoso que la ley?

Doy gracias a Dios por su amor misericordioso al enseñarme en ese momento, porque la chica con la que estaba saliendo en ese momento resultó ser mi esposa. Dos niños y 10 años después, todavía luchamos todos los días para elegir el amor sobre la ley. Todavía sometemos nuestra relación a ser gobernada por el amor de Dios sabiendo que nuestro matrimonio es el resultado de su gracia, un acto de adoración y una imagen de su Evangelio para el mundo.

Ora: Dios, ¿en qué áreas de mi vida estoy siguiendo la línea de tu ley en lugar de vivir inspirado por tu amor? Espíritu Santo, ¿me darás la fuerza para hacer el cambio?

Joey Armstrong, pastor de LifeGroups y LifeMissions en Life.Church