Yo elijoMuestra

Elijo el propósito antes que la popularidad

Mi esposa y yo llevábamos casados nueve años. Algunos buenos, la mayoría malos. Mayoritariamente por mi culpa culpa. No había elegido vivir mi vida como cristiano, y mucho menos como pastor. Pero ahí estaba yo, después de 6 meses de seguir a Cristo con una necesidad irresistible de entrar al ministerio en una iglesia. En ese momento, mi fe había mejorado mucho mi matrimonio, pero yo tenía un secreto, uno que pensé que podría hacerme muy impopular con mi esposa y tal vez con mi iglesia. Tuve que contarle sobre mis aventuras.

Mi mente estaba dando vueltas. ¿Qué pensará la gente de mí? ¿Cómo trabajaré para una iglesia? Los cristianos me van a odiar. Ella me va a odiar. Pero, en su bondad, Dios me ayudó a ver que mi secreto era la única munición real del enemigo contra mí. Mata el secreto; desarma al enemigo. Entonces le conté mi secreto.

No puedo decirte que fue fácil. No lo fue. Pero valió la pena. Celebramos felizmente nuestro 15 aniversario este mes y estoy terminando mi cuarto año como trabajador y pastor de Life.Church.

Tal vez tengas un secreto. No tiene que ser sobre tu pecado. Tal vez tengas un sueño secreto que no persigues, o tal vez alguien te hizo algo. En el fondo, tienes miedo de que alguien se entere. He estado ahí. No tienes que vivir con ese miedo. Dios es más grande que tu secreto. Él puede ayudarte a destruir el secreto, desarmar al enemigo y dedicar esa parte de ti a sus propósitos.

Tal vez, como a mí, te preocupa tomar una decisión aparentemente impopular. Mi pastor, Craig Groeschel, dice esto: "Vivir para la aprobación de la gente te impedirá vivir para los propósitos de Dios". Puedo asegurarte personalmente que cuando eliges su propósito por encima de tu popularidad, estás en buenas manos. Él sabe lo que está haciendo. Dios ha usado mi historia para ministrar a innumerables parejas que estaban luchando contra la infidelidad. Él también quiere usar tu historia.

Ora: Espíritu Santo, dame la valentía para hacer pública la verdad. Ayúdame a confiar mi vida en las manos llenas de propósito de Dios.

Jon Mays, pastor asociado de campus de Life.Church