Cerca de los quebrantados de corazón: cómo sanar un corazón roto a la manera de DiosMuestra
Busca tu valor en Cristo
Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea, y la menor, Raquel. Lea tenía ojos apagados, mientras que Raquel era una mujer muy hermosa. Como Jacob se había enamorado de Raquel… Génesis 29:16-18 NVI
Piensa en cómo sería intentar constantemente ganar la aceptación de otra persona. Intentas con todas tus fuerzas estar a la altura y ser lo suficientemente bueno, pero, sin importar lo que hagas, no puedes cumplir con sus expectativas.
Esto es exactamente lo que le pasó a Lea.
Como era normal en la época en la que vivía Lea, tanto ella como su hermana Raquel estaban casadas con un hombre llamado Jacob. Aunque él estaba comprometido con las dos, Jacob amaba más a Raquel, y Lea era muy consciente de ello.
Dios vio que su esposo no amaba a Lea, así que la bendijo con muchos hijos (lo que, en su cultura, la habría enaltecido). Pero en lugar de centrarse en el hecho de que el Señor vio su valor y la bendijo, Lea siguió poniendo todo su valor en lo que su esposo pensaba de ella. Vemos esto reflejado en la forma en que nombró a sus hijos.
Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. Génesis 29:32 RVR1960
Con cada hijo, Lea esperaba que Jacob finalmente la amara. Pero a pesar de sus esfuerzos, él nunca le dio lo que ella quería.
A veces, es fácil permitir que factores como una pareja, los hijos, el trabajo o el estatus social definan nuestro valor. Pero no es posible encontrar nuestro verdadero valor en lo que otras personas piensan de nosotros: nunca nos sentiremos satisfechos. La única manera de encontrar la verdadera satisfacción es dejar que la visión que Dios tiene de nosotros defina nuestro valor.
Vemos a Lea descubrir esto cuando nombra a su último hijo: finalmente comienza a ver cuánto la valora el Señor y, esta vez, decide alabarlo por ello.
Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz. Génesis 29:35 RVR1960
Si seguimos valorando la aceptación o el amor de los demás, nunca encontraremos el gozo que el Señor quiere para nosotros. Solo Él puede llenar verdaderamente nuestros corazones y darnos la validación que necesitamos.
En lugar de centrarnos en las cosas que nos rodean y que están fuera de nuestro control, elijamos centrarnos en Dios, porque solamente Él puede ayudarnos a encontrar el sentido de valor que necesitamos.
Ora:
- Pídele a Dios que te ayude a ver cuánto Él realmente te valora.
- Dile lo que quieres entregar.
- Alábalo por las cosas buenas que te ha dado.
Acerca de este Plan
Ya sea que estés experimentando la pérdida de una amistad, un sueño roto o una ruptura, un corazón roto puede ser una experiencia confusa y desafiante. En este Plan Bíblico de 7 días, aprenderás cómo enmendar tu corazón roto a la manera de Dios.
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