Venga tu reinoMuestra
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ORACIÓN:
Dios, quiero ser más como Tú. Ayúdame a encontrar maneras de conectarme y crecer contigo.
LECTURA:
¿Has visto la película "Karate Kid"? Es la historia de un chico de secundaria llamado Daniel, que está batallando con unos acosadores clásicos de la década de 1980. Pronto, Daniel descubre que el conserje de su edificio, el Sr. Miyagi, es un experto karateka, y Daniel encuentra la solución perfecta para su problema. El Sr. Miyagi, lo entrena y lo pone a encerar coches, pintar cercas y lijar pisos. Daniel hace todo este trabajo repetitivo y agotador por semanas, sin aprender nada de karate. ¡Pero luego, el Sr. Miyagi le revela a Daniel que estos movimientos repetitivos que ha estado haciendo por días, le han estado enseñando karate! El Sr. Miyagi intenta golpearlo, y Daniel se da cuenta que ha desarrollado la fuerza y memoria muscular, para todos los movimientos defensivos, que sobrepasan la habilidad que tenía días antes.
"Karate Kid" sirve como una buena ilustración, sobre cómo las prácticas espirituales funcionan en nuestra vida. Leemos sobre amor, gozo, paz, paciencia y tantas otras cosas maravillosas que deseamos en nuestra vida. Pero alcanzar esas cosas no es algo que podamos hacer con esfuerzo directo. No podemos simplemente tener gozo porque tenemos la voluntad de hacerlo, por lo menos no por mucho tiempo. Entonces, cómo Pablo, le escribió a Timoteo en el pasaje anterior, "¿Cómo entrenamos… para santidad?” Apliquemos nuestros esfuerzos hacia las prácticas espirituales.
Las prácticas espirituales son los equivalentes de encerar coches y lijar pisos de Jesús. Puede que parezca que no alcanzas nada cuando pasas tu tiempo en silencio leyendo la Biblia y orando. Pero un día, cuando te enfrentas a una circunstancia inesperada, te sorprenderás al darte cuenta que ya no reaccionas de la misma manera que antes. En su lugar, notas que reaccionas con paciencia—y tienes paz en medio de todo.
Al igual que el entrenamiento físico y el ejercicio, las prácticas espirituales nos permiten, con el tiempo, hacer cosas que ántes estaban más allá de nuestras capacidades. Y, sin querer ofender al Sr. Miyagi, las prácticas espirituales hacen mucho más que afilar y fortalecer nuestras habilidades naturales. Más bien, nos ayudan a aprovechar el poder del Espíritu Santo, que obra en nosotros para cultivar más y más las características de Jesús.
El autor Dallas Willard, describe las prácticas espirituales, a las que se refiere como "disciplinas" de esta manera: Las "disciplinas" son actividades de la mente y el cuerpo emprendiendo a propósisito, para llevar a nuestra personalidad y nuestro ser total, a una cooperación efectiva con el orden divino. Nos permiten vivir cada vez más en un poder que, estrictamente hablando, está más allá de nosotros, y se deriva del propio reino espiritual.”
Así que, cuando sientas la tentación de saltarte ese tiempo de oración o lectura diaria en las Escrituras, sólo recuerda las palabras de tu maestro: "poner cera, quitar cera". Es broma… el otro maestro: "Si permaneces en Mí, y Yo en ti, darás mucho fruto". (Juan 15:5).
REFLEXIÓN:
Aquí hay algunas prácticas espirituales seleccionadas, que han sido útiles, para los seguidores de Jesús, a lo largo de los siglos. Se dividen en dos categorías: Prácticas de Compromiso y Prácticas de Restricción. Mira la lista, y considera una nueva práctica que podrías comenzar como una forma de conectarte en Dios.
Prácticas de Compromiso
Estas prácticas son formas de negarnos algo que queremos o necesitamos, para enfocarnos y conectarnos con Dios. Esencialmente, nos ayudan a conectarnos con Dios, removiendo cosas de nuestras rutinas regulares.
- Leer la Biblia: Pasar tiempo leyendo y reflexionando sobre las Escrituras, y permitir que Dios nos hable, guíe y enseñe. Esto incluye varios enfoques para leer, estudiar, reflexionar, e incluso meditar las palabras de las Escrituras.
- Adoración: Celebrar y expresar gratitud por quién Dios es, y lo que ha hecho. Estó se puede hacer de forma prívada, o en servicios de adoración en corporativa. La adoración a menudo incluye, pero no se limita, a expresiones musicales.
- Oración: Hablar con Dios sobre lo que estamos viviendo. La oración puede incluir adoración, como se describió anteriormente, intercesión (orar por las necesidades de los demas), confesión y muchos otros elementos. No hay una sola manera de orar, así como no hay una sola manera de comunicarse con las personas con las que tenemos una relación. La oración, en última instancia es para tratar de crear una conexión intelectual, emocional y espritual, con nuestro Padre Celestial, para que podamos conocer y confiar mejor en Su voluntad.
- Generosidad: Nuestro amor por Dios está destinado a desbordarse en amor por los demás. Una de las maneras en que demostramos ese amor es siendo generosos con nuestro tiempo, energía y recursos.
Prácticas de Restricción
Estás prácticas son formas en que nos negamos a nosotros mismos, algo que queremos o necesitamos para hacer espacio, y enfocarnos en conectarnos con Dios. Esencialmente, nos ayudan a conectarnos con Dios, al restar cosas de nuestra rutina diaria.
- Soledad: Alejarnos para estar a solas con Dios, y enfocarnos en Él y lo que Él quiere decirnos.
- Ayuno: Ir por un período fijo sin comida, o algún otro deseo o necesidad, para enfocarse mejor en la oración y la conexión con Dios.
- Día de Reposo/Descanso: Reservar regularmente tiempo cuando no trabajemos, o nos enfocamos en la productividad, para poder adorar, descansar, y recargar energías. Dios instituyó el día de Reposo, para que Israel lo observara un día entero cada semana, pero la esencia del día de Reposo, se puede practicar por períodos más cortos también.
Escritura
Acerca de este Plan
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Hemos oído que Jesús ofrece “vida plena” y ansiamos esa experiencia. Queremos esa vida que está al otro lado del cambio. Pero, ¿qué tipo de cambio necesitamos? ¿Y cómo llevamos a cabo el proceso de cambio? En Kingdom Come, explorarás una nueva forma de vivir la vida al revés y al derecho a la que Dios nos invita.
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