No Te PreocupesMuestra
Paz que sobrepasa todo entendimiento
Cuando tenemos la paz de Dios, nuestros problemas, sean grandes o pequeños, no causan ansiedad. Elegir una vida con preocupación, incluso si el problema es pequeño, te llevará a la angustia. La preocupación hace que tu problema se agrande.
Los problemas parecen más pequeños con la paz de Dios en tu mente y corazón. Estás inquebrantable. Tus circunstancias no son el centro de tu vida. Sigues adelante, actuando y haciendo lo que debes hacer porque en tu vida está la paz de Dios.
La paz de Dios sobrepasa todo entendimiento. No proviene de tus habilidades. No lo produce. No es el resultado de algo que puedas hacer con algún ejercicio natural. No es producto de algo que aprendes en la escuela y no proviene de amistades, aunque es importante tener relaciones sanas en momentos difíciles.
Esta paz se ejerce a través de una vida en el Espíritu. Es la confianza absoluta de que tu vida está en las manos de Dios. Es descansar en Su fidelidad y no depender de tus habilidades o fortalezas. No es una paz lógica, sino una que supera la lógica. Significa que un psicólogo podría volverse loco analizándote en tu situación a pesar de lo que haya aprendido. Es posible que no entiendan cómo una persona que atraviesa tales circunstancias puede permanecer en paz.
La paz de Dios no viene de los seres humanos; la mente natural no lo entiende. La tranquilidad en las dificultades sólo viene de algo que Dios produce. La paz de Dios estabilizará tu alma y protegerá tu corazón, mente y emociones. El problema es que nuestra alma nos traiciona, ya que reacciona a las circunstancias de la vida. Acostumbrado a gobernar, trata de producir reacciones de tristeza, depresión, miedo y todo lo que la mente, el alma, el corazón y las emociones naturales producen en medio de la aflicción. Sin embargo, esas reacciones nos llevan a un estado de ansiedad que luego confunde nuestro corazón y nuestra mente, haciéndonos caóticos. La paz de Dios guarda nuestra alma y nos protege para que nuestra condición y circunstancias no nos gobiernen. Hay una paz que va más allá de la comprensión de la psicología y de lo que el ser humano puede hacer. Lo que gobierna mi vida está en el Espíritu.
Escritura
Acerca de este Plan
Recordemos que Jesús mismo habló a sus discípulos diciendo: “En el mundo tendréis aflicción. ¡Pero anímate! He vencido al mundo." En general, como hijos de Dios, no estamos exentos de aflicción, problema o prueba. Tenemos una vida victoriosa, pero eso no nos impide pasar por el dolor como enseñó Pablo. Cómo reaccionamos ante las pruebas habla más fuerte que lo que predicamos.
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