Devocionales diarios con Greg LaurieMuestra

Deja que Dios decida

Hace unos años estaba visitando un hogar en Filipinas, donde se habían reunido un grupo de cristianos. Me dijeron que querían servirme una especialidad local, y me trajeron un huevo, un huevo de pato, de hecho. Me dijeron: "Esto es un balut, y nos encanta comerlo aquí en Filipinas". Así que rompieron el huevo.

Una vez rota la cáscara, había un pato medio formado dentro. Podía ver la cabeza y el pico. Podía ver las plumas. Y también había algo de fluido marrón. Me dijeron: "Greg, primero debes beberte el líquido, y luego el pato... Venga, ahora tienes que comer uno".
Les respondí: "No creo que pueda hacer algo así".

Alguien susurró en mi oído: "Si no lo comes, les estarás ofendiendo en su cultura". Yo le susurré en respuesta: "Si lo como y lo vomito, les ofenderé aún más".

Nunca me lo comí.

En la cruz, Jesús bebió la copa que le había ofrecido su Padre, y la bebió del todo. Había orado antes: "Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" (Mateo 26:39).

Aquí Jesús nos dio ejemplo de lo que tenemos que hacer en tiempos de incertidumbre, cuando no entendemos lo que nos ocurre (o incluso no estamos de acuerdo con Dios y lo que Él permite). Podemos preguntarle dos cosas a Dios: que nos quite el problema o que nos de fortaleza para afrontarlo.

D. L. Moody dijo: "Haz tu petición ante Dios y luego di: 'Sea hecha tu voluntad, no la mía'. La elección más dulce que he aprendido en la escuela de Dios es la de dejarle escoger a Él".

Dios sabe lo que hace.

Resumen: En momentos de incertidumbre, ¡deja que Dios decida por ti!

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