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Por fe

Por S. George Thomas

Fue totalmente inesperado. Nunca, ni en un millón de años podría haber soñado que Dios aparecería ese día y le diría que comenzara a construir una barca enorme porque se avecinaba una inundación. Aunque nunca había llovido antes, Noé le creyó a Dios, y por fe, comenzó a construir un arca cuando tenía 480 años. Durante los siguientes 120 años, mientras trabajaba laboriosamente construyendo la barca, debe haber habido momentos en los que se preguntaba si había imaginado que Dios le había hablado, momentos en los que dudaba de su propia cordura. El advertir al mundo del jucio y la destrucción definitivamente no lo hizo muy popular. Sus vecinos y familiares se burlaban de él todos los días. Pero entonces, un día, los animales vinieron y comenzó a llover. Y Noé y su familia fueron salvados.

Cuando Abraham tenía 75 años, Dios le habló y le dijo que Él lo haría el padre de una gran y poderosa nación. Le dijo que empacara todo lo que tenía y saliera a una tierra extraña y desoconocida. Aunque no sabía a dónde lo estaba llevando Dios y a pesar de que él y su esposa, Sarah, eran ancianos e infértiles, Abraham obedeció a Dios sin rastro de duda ni incredulidad. Por fe, dejó su hogar y comenzó su viaje hacia donde Dios lo guiaba. Veinticinco años después, Dios cumplió Su promesa a Abraham y Sarah a través del nacimiento de su hijo Isaac.

Después de la muerte de Moisés—su líder y mentor—Josué, a los 85 años, fue designado por Dios para llevar el manto de Moisés y liderar a más de dos y medio millones de israelitas a la Tierra Prometida. El primer lugar al que llegaron fue Jericó—una ciudad enorme fortificada con muros tan anchos que las personas construían sus casas sobre ellos. Dios le dijo a Josué que llevara a todos sus soldados a marchar alrededor de Jericó una vez al día durante seis días seguidos. El séptimo día, debían marchar alrededor de toda la ciudad siete veces y después hacer sonar sus trompetas y gritar. Dios prometió entregar a Jericó en sus manos si Josué seguía todas esas instrucciones. A pesar de que era un método poco ortodoxo de batalla, Josué obedeció a Dios, y por fe, la gente de Israel marchó alrededor de Jericó. Y en el séptimo día, los muros de Jericó cayeron al suelo.

¿Qué fue lo que tuvieron en común Noé, Abraham y Josué? De acuerdo con Hebreos 11, cuando Dios los llamó, cada uno de ellos obedeció por fe. La Biblia define la fe como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Cada uno de estos hombre ejemplificó este tipo de fe en sus vidas. Pusieron su esperanza en Dios y creyeron fielmente en Sus promesas. Noé trabajó por años sin que hubiera señales de que la lluvia vendría. Abraham dejó el único hogar que había conocido y fue a donde Dios lo llevó. Enfrentando probabilidades insuperables, Josué lideró a los hijos de Israel en una marcha alrededor de Jericó. ¿Y qué sucedió por su fe? Dios salvó a Noé y su familia. Dios le dio a Abraham y a Sarah a su hijo. Y Dios destruyó los muros de Jericó.

Dios llamó a cada uno de estos tres hombre para ir y hacer algo que no tenía mucho sentido. Y por su fe, Dios obró de manera sobrenatural en cada una de sus vidad para que se cumpliera Su voluntad. Aunque toda la evidencia parecía apuntar a lo contrario, siguieron creyendo que Dios sería fiel y haría lo que Él había dicho que haría.

Noé, Abraham y Josúe fueron simplemente hombres ordinarios llamados por Dios para hacer algo extraordinario. La mayoría de personas los vería y diría que eran demasiado viejos para hacer algo grandioso para Dios o que sus circunstancias eran demasiado desesperanzadoras para ser convertidas en algo bueno. Pero por su fe y su obediencia, Dios pudo usarlos de maneras extraordinarias para Su gloria.

Como creyentes, servimos al mismo Dios, y Él te llama para salir en fe y seguirlo a donde Él te lleve. Detente por un momento y considera esto: ¿Te está llamando Dios para hacer algo que no tiene mucho sentido? Él puede estar llamándote para servirlo ministrando a personas en otro país. Puede que te esté llamando para que te cambies de trabajo aunque eso signifique un salario más bajo. Puede estar llamándote para que hagas algo por Él que todos los demás creen que es loco, pero tú sabes que es correcto. Si es así, da el paso por fe y confía en que Él te ayudará a cumplir lo que Él te está llamando a hacer.

Versículo de memoria

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Mateo 28:19–20