Victoria Sobre La Ansiedad Muestra
La fuente de nuestra ansiedad
¿Cuál es la fuente de la ansiedad? ¿Es algo que creamos muy dentro de nosotros? ¿O se origina en Dios?
Es importante entender que la ansiedad no es de Dios… Él no la creó (2 Timoteo 1:7). Entonces, si Dios no creó la ansiedad, ¿de dónde viene?
Para empezar, hay cosas incalculables en la vida que pueden causar ansiedad. Hay algunas cosas angustiosas en la vida que naturalmente van a crear ansiedad. Esperar los resultados de las pruebas de tu médico, perder tu trabajo y tu fuente de ingresos, o que tu cónyuge solicite el divorcio (por nombrar algunos) son motivos legítimos para sentirse ansioso.
Segundo, hay momentos en que la ansiedad se origina con pensamientos erróneos en nuestras mentes, no confiando completamente en Dios y Su Palabra, y no llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5).
Tercero, hay momentos en que la ansiedad se origina por algo de lo que ni siquiera nos damos cuenta. Así es: Podemos sentirnos ansiosos por algo y ni siquiera saber qué es. Ha habido momentos en mi vida en los que sabía que Dios me estaba hablando directamente y tratando de mostrarme algo, pero no pude entender de inmediato qué era lo que estaba tratando de revelarme. Parecía que cuanto más intentaba descifrar Su voluntad, menos entendía. Entonces, por un breve período de tiempo, me ponía un poco ansioso y preguntaba: “Señor, ¿qué estás tratando de decirme? ¿Qué estás tratando de mostrarme? No quería perderme Su voluntad. Y debido a que estaba inseguro mientras esperaba Su dirección, luché contra los mismos pensamientos ansiosos que tienes cuando te enfrentas a la incertidumbre.
Pero no dejé que esa ansiedad se instalara en mi vida. Y tú tampoco deberías.
Independientemente del origen de la ansiedad, tratarla de frente es de suma importancia. Si bien la emoción de la ansiedad en sí misma no es un pecado, no debería durar. No debería continuar. No debería tener un efecto negativo. Debemos estar dispuestos a enfrentar y lidiar con nuestros pensamientos y sentimientos ansiosos. La ansiedad es simplemente una reacción a alguna circunstancia en tu vida. Y cuando Dios trata de revelarte la verdad con respecto a esa circunstancia o situación, esa es tu prioridad número uno. Cuando Dios ve que algo sucede en tu vida que necesita instrucción o corrección, debes prestarle toda tu atención. De lo contrario, tendrás la seguridad de vivir una vida llena de ansiedad y dudas.
Hay innumerables fuentes de ansiedad, cualquier cosa puede causarla. Si bien la emoción en sí misma no es un pecado, no tratarla de manera adecuada sí lo es. Y mañana, veremos algunas razones importantes por las que debemos lidiar con nuestra ansiedad tan pronto como surja y hacer todo lo posible para evitarla por completo.
Escritura
Acerca de este Plan
La ansiedad es una respuesta normal a incertidumbres que enfrentamos en la vida. Pero lo que hacemos con nuestra ansiedad, y qué tanto tiempo permitimos que viva con nosotros, es la clave. Únete al Dr. Charles Stanley mientras define esta emoción destructiva, te muestra cómo ganar ventaja y te ayuda de una vez por todas a encontrar la solución de Dios a la ansiedad, llevándote a disfrutar una vida victoriosa y llena de fe.
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