A prueba de tormentasMuestra

Dios, el Padre de toda la creación, invitó personalmente a Noé y su familia a entrar en el arca, y selló la invitación con una promesa. Todos los demás habitantes de la Tierra serían destruidos, pero debido a la obediencia y la justicia de Noé, él y su amada familia fueron llamados a un lugar seguro. ¡Noé y su esposa, junto con sus hijos y sus esposas, entrarían al arca con la seguridad de la esperanza!

Puede que no siempre entiendas las instrucciones de Dios, ¡pero obedécelas de todos modos! Las peticiones de Dios pueden parecer absurdas para tu forma natural de pensar, ¡pero obedece de todos modos! Dios nunca ha pedido a sus hijos que comprendan plenamente, sino que simplemente nos ha pedido que lo sigamos.

Así hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así lo hizo. (Génesis 6:22)

¡Oh, si Dios dijera esas mismas palabras sobre mí! Oh, que fuera conocida como una mujer que obedeciera inmediatamente todo lo que el Padre me ordenó hacer. Dios inevitablemente pedirá a sus hijos que hagan cosas difíciles, pero cuando esas cosas difíciles chocan con el gozo de la obediencia, ¡puedes estar seguro de que la bendición del Padre te seguirá de cerca!

A menudo ignoramos la bendición venidera y nos centramos en la dificultad de la obediencia; una y otra vez nos olvidamos de la alegría y meditamos en el mandato. La vida de Noé es una prueba vibrante de que el camino hacia un legado duradero se construye sobre un estilo de vida de obediencia y fidelidad.

Elegir obedecer al Señor durante los momentos de paz de la vida puede convertirse en un acto sagrado de sumisión de nuestra parte. Cuando obedecemos, nuestra arca estará completamente abastecida para el próximo período de circunstancias inestables y seguirá siendo un lugar de refugio pacífico del furor que sucede a nuestro alrededor.