Pasos hacia ShalomMuestra
Elegiendo la paz sobre el orgullo
Una vez escuché un chiste sobre un marido y una mujer que no se hablaban. El marido tenía un dilema porque necesitaba que su esposa lo despertara a las cinco de la mañana siguiente para poder tomar un vuelo temprano. No queriendo ser el primero en capitular, le escribió una nota que decía: "Por favor, despiértame a las cinco" y la colocó sobre su almohada. A la mañana siguiente, el hombre se despertó a las siete. “¿Por qué no me despertaste?” le gritó a su esposa. "¡Lo hice!" ella respondió, señalando un trozo de papel a su lado, que decía: “¡Levántate!”
Aunque nos reímos, la triste verdad es que muchas relaciones se ven perjudicadas por la necesidad de preservar nuestro orgullo y honor.
En Números 5:23-28, aprendemos sobre un procedimiento ritual que se llevaba a cabo cuando una mujer era sospechosa de ser infiel. Como parte del proceso, se escribía el nombre de Dios en un papel y se disolvía en agua amarga que la mujer bebería. Si nada le sucedía después de beber el agua, sería perdonada y el matrimonio sería restablecido. Como señalan los rabinos, este ritual subraya cuánto valora Dios el shalom en el hogar: incluso está dispuesto a sacrificar su propio honor al tener su nombre borrado para restaurar la armonía.
Los sabios judíos cuentan la historia de una mujer que llegó a casa tarde un viernes por la noche. Su marido enojado le preguntó: "¿Dónde estabas?". Ella respondió: "Asistí a una conferencia del rabino Meir en la sinagoga". El marido celoso dijo: "No vuelvas hasta que le escupas en la cara al rabino Meir". La mujer no sabía qué hacer, así que fue a la sinagoga a orar.
Mientras tanto, el espíritu de Elías visitó al rabino Meir y le contó lo que había sucedido entre ese marido y su esposa. Elías dijo: “por tu culpa no hay paz en aquel hogar”. Cuando la mujer llegó a la sinagoga, el rabino Meir fingió que tenía un problema en el ojo. Le pidió a la mujer: “Por favor, escúpeme en el ojo, ¡es el único remedio!”. La mujer hizo lo que le pidió y se fue aliviada.
Después de que ella se fue, los estudiantes del rabino Meir le preguntaron: “¿Cómo pudiste permitir que te deshonren de esa manera?” El rabino respondió: “Si Dios puede permitir que su honor se vea disminuido por el bien de la armonía en el hogar, yo también puedo hacerlo”.
Amigos, si Dios puede permitir que su honor sea disminuido por causa del shalom, nosotros también podemos. Podemos ser los primeros en hablar y los primeros en decir: "Lo siento". A veces, la persona más grande es la que sabe hacerse pequeña. Es en la humildad que encontramos nuestro verdadero honor, o como leemos en Proverbios, "Honra es del hombre dejar la contienda" (20:3).
Paso 6: Despójate del orgullo. Tómate unos momentos para analizar tus relaciones y observar si el orgullo entra en juego cuando hay una falta de shalom entre tú y otra persona. Si es así, considera qué pasos puedes tomar para dejar atrás el orgullo en nombre de la paz. Toma uno de esos pasos y verás cómo tu relación se cambia gracias a ello.
Escritura
Acerca de este Plan
En el judaísmo, la paz (shalom) tiene sus raíces en la palabra hebrea shalem, que significa “total” o “completo”. El verdadero shalom implica que las diversas partes dejan de lado sus diferencias a propósito y acuerdan ver el bien el uno en el otro, no sólo viviendo juntos sino entre sí por un llamado o propósito superior. Este plan devocional explora 12 pasos diferentes que todos podemos dar para lograr shalom en nuestras vidas.
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