Pasos hacia ShalomMuestra

Cómo hacer las paces con tus enemigos

¿Cómo haces las paces con tus enemigos?

Ya sea que nuestros enemigos sean naciones que libran una guerra global, nuestras finanzas o un compañero de trabajo, todos tenemos enemigos de alguna forma. Podemos intentar eliminar físicamente la amenaza o tratar de hacernos amigos y apaciguar a nuestros adversarios.

Salomón ofreció en Proverbios un enfoque radical para tratar con nuestros enemigos, uno digno de consideración. Salomón escribió: “Cuando el Señor se complace en el camino de alguien, hace que sus enemigos hagan la paz con él” (Proverbios 16:7).

¿Quieres que todo esté bien entre tú y tu enemigo? ¡Ponte bien con Dios!

Tomemos a los judíos del libro de Ester, por ejemplo. Al comienzo de la historia, nos enteramos de que el rey Jerjes había organizado un gran banquete. Según la tradición judía, esto fue una tragedia desde el punto de vista judío porque el rey Jerjes había utilizado los vasos que saqueó del Templo Sagrado en Jerusalén e invitó a los judíos a abandonar sus tradiciones y volverse como cualquier otro persa.

Al usar sus vasos sagrados, el rey Jerjes intentaba transmitir el mensaje de que él ahora era su sumo sacerdote y su palacio era ahora su templo. La tradición enseña que Mordejai les dijo a los judíos que no fueran a la fiesta. Pero fueron de todos modos. Estaban de acuerdo con asimilarse al nuevo estilo de vida y al nuevo país.

Pero los intentos de los judíos de dejar atrás la Biblia, su Dios y sus tradiciones sólo provocaron las obras de Amán, quien conspiró para eliminar a toda la raza judía. Se ha dicho que cuando los judíos olvidan quiénes son, Dios envía un enemigo para recordárselo. El plan de asimilación fracasó.

Sin embargo, una vez que los judíos hicieron un sincero examen de conciencia y se arrepintieron, todo cambió. Incluso el rey Jerjes, que al principio no era amigo de los judíos, acudió en su ayuda, salvando virtualmente a los judíos de la aniquilación y castigando a su mayor enemigo.

Si bien podría parecer que la forma más lógica de hacer las paces con nuestros enemigos es complacerlos y tratar de ganárselos a nuestro favor, Salomón nos enseña la poderosa lección de que no es necesariamente el camino a seguir. En cambio, necesitamos agradar a Dios y ganar Su favor.

Nunca debemos sacrificar nuestros valores para agradarle a otra persona. Nunca debemos permanecer en silencio cuando debemos hablar contra el mal por miedo a lo que otros puedan pensar de nosotros. En cambio, debemos aferrarnos firmemente a quiénes somos y qué representamos como cristianos y judíos.

Debemos ser la luz para las naciones que Dios nos llama a ser. Y no debemos tener miedo de hacer brillar esa luz de la verdad y la moralidad sobre la oscuridad y el mal. Cuando tememos a Dios más de lo que tememos a las personas, traeremos shalom a todas las áreas de nuestras vidas.

Paso 10: Intensifica tu servicio a Dios. Si bien puede parecer contradictorio centrarnos en mejorarnos a nosotros mismos cuando nuestro objetivo es mejorar nuestra relación con nuestros enemigos, esta enseñanza de Proverbios nos asegura que se trata de una estrategia eficaz. Los caminos de Dios pueden estar más allá de nuestra comprensión, pero este versículo nos dice muy claramente que Dios responde a nuestras acciones. Necesitamos actuar de manera que agrademos a Dios y, en respuesta, Él se encargará de nuestros enemigos.