Cuarta Palabra

GUÍA

Esta no es la primera vez que un ángel le da a José instrucciones cruciales sobre su papel en la protección de esa "descendencia" prometida en el Jardín del Edén. Ni será la última. Después de enterarse de que la joven con la que estaba comprometido estaba embarazada, José había planeado terminar discretamente su compromiso, pero un ángel se le había aparecido en un sueño, ordenándole que continuara con el matrimonio porque era un milagro de Dios (Mateo 1:20-21).

Después de llevar a su familia a refugiarse en Egipto en respuesta a la advertencia angelical, José recibió más tarde otro consejo invaluable: Después de la muerte de Herodes, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño" (Mateo 2:19-20).

Los eruditos están divididos sobre la fecha precisa de la muerte de Herodes, pero varios sostienen una fecha del año 1 a. C. Es importante señalar que, debido a un error medieval al establecer el calendario gregoriano que todavía utilizamos hasta el día de hoy, Jesús nació casi con certeza en el año 4 a. C. o 3 a. C., según nuestro sistema de calendario actual. Esto significa que en el momento de la muerte de Herodes, Jesús probablemente tenía alrededor de tres años.

Mientras José regresa a su tierra natal de Judá con su joven familia, recibe una cuarta visita. Un ángel le advirtió en sueños que evitara Judá y que se estableciera en el norte, en la casa de María en Galilea.

Estos cuatro eventos nos explican la cuarta palabra del Nacimiento, muy importante y alentadora, aunque esta palabra no aparece explícitamente en los versículos que hemos examinado. La exploraremos a continuación...

¿Alguna vez te has perdido? Me refiero a sentirte realmente desorientado y desconcertado mientras viajabas por un lugar extraño o seguramente puedes haberte sentido sin ningún sentido espiritual de orientación en tu vida en muchas ocasiones. Y por mi propia experiencia sé que es una sensación poco agradable.

Por eso me alegra tanto que una de las siete palabras sea guía. No, no encontrará esa palabra entre las Escrituras que hemos examinado, pero sin duda está allí como tema. En cuatro ocasiones distintas, Dios envió un ángel para dar instrucciones vitales a José, para garantizar la seguridad y el bienestar de su familia. Un mensaje claro y alentador que surge de esta parte de la historia del Nacimiento de Jesús, es que a Dios le encanta proporcionar a Su pueblo dirección e instrucción sabia, especialmente en momentos críticos de nuestras vidas.

Dios tiene muchas formas de brindar esa guía. Con frecuencia usa Su Palabra, la Biblia. Usa a otras personas. Habla a través de la voz interior del Espíritu. Sí, todavía habla proféticamente. Y, como en el caso de José, todavía habla a través de sueños.

Yo también he vivido estas experiencias en repetidas ocasiones. Pero particularmente, no estuviese pastoreando en el lugar donde me encuentro hoy sin la guía exacta que tuve de parte De Dios, a través de mis sueños.

Dios me ha guiado fielmente en mi camino ministerial. Dios también guió fielmente a José y ha prometido enderezar también tus caminos, si pones en Él tu confianza de todo corazón (Prov. 3:6).