Marcas De Un DiscípuloSample
Santa Cena
La celebración de la Santa Cena es un acto fundamental en la vida de todo creyente. Es una poderosa herramienta para recordar y proclamar el sacrificio de Jesús por nuestros pecados. En Mateo 26:26-28, Jesús instruyó a sus discípulos a tomar el pan y el vino en memoria de Él, proclamando el nuevo pacto en su sangre: "Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para perdón de los pecados".
Este acto que Jesús realizó durante la Pascua judía no fue una coincidencia, sino un momento cargado de significado histórico y espiritual. Los discípulos de Jesús estaban familiarizados con la celebración de la Pascua, una fiesta en la que los judíos conmemoraban la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Ellos recordaban cada año cómo Dios, a través de Moisés, los sacó de la opresión y cómo, por medio de la sangre del cordero, fueron protegidos de la muerte.
Jesús, durante esa última cena, transforma el significado de la Pascua, dándole un cumplimiento mayor. Él se presenta como el Cordero de Dios, cuya sangre ya no solo libera del poder físico de la esclavitud, sino que ofrece perdón de pecados y libertad eterna. La cena pascual que celebraban ahora se convertía en la Santa Cena, un recordatorio de su muerte y resurrección.
Un nuevo pacto en su sangre
Cuando Jesús habla de la "nueva alianza en su sangre", está conectando este momento con la profecía de Jeremías 31:31-33, que anticipaba un nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un pacto no escrito en tablas de piedra como la Ley de Moisés, sino en los corazones de los creyentes: "Haré un nuevo pacto... pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón". Este nuevo pacto es interno, transformador, y es ofrecido a todos aquellos que aceptan a Cristo como su Señor y Salvador.
La Santa Cena no solo es una mirada al pasado, recordando el sacrificio de Cristo, sino que también es una proclamación hacia el futuro. Cada vez que tomamos el pan y el vino, estamos proclamando la muerte de Jesús y sus implicaciones para nuestras vidas, hasta que Él venga nuevamente.
Proclamando las implicaciones de la cruz
Cuando tomamos la Santa Cena, no estamos simplemente conmemorando un evento histórico. Estamos declarando que, gracias a su muerte y resurrección:
- Somos sanados: "Por sus heridas hemos sido sanados" (Isaías 53:5).
- Somos perdonados: Jesús, a través de su sacrificio, nos ha liberado de la condena del pecado.
- Somos hechos hijos de Dios: Ya no somos esclavos, sino hijos adoptivos, con todos los derechos y beneficios de su familia.
- Tenemos autoridad: Su muerte nos otorga la autoridad para vivir como victoriosos en un mundo roto.
La Santa Cena también es un acto de unidad. Cuando tomamos el pan y el vino juntos como iglesia, estamos declarando que somos un solo cuerpo en Cristo. Ya no somos individuos aislados, sino miembros de una familia espiritual, unidos por la sangre de Jesús. Es un tiempo para reconciliarnos con Dios y con los demás, recordando que la cruz de Cristo ha derribado toda barrera de separación.
Reflexión
Cada vez que participamos en la Santa Cena, estamos volviendo a poner nuestro corazón en la verdad del Evangelio. Jesús murió por nosotros, nos redimió, nos hizo suyos y nos dejó este mandamiento para recordar su sacrificio y proclamarlo hasta que vuelva.
En un mundo lleno de distracciones, la Santa Cena es una pausa sagrada. Nos invita a detenernos y volver a centrarnos en la obra más importante de la historia: el sacrificio de Jesús en la cruz por nuestros pecados.
Oración
Señor Jesús, gracias por Tu sacrificio en la cruz. Gracias por amarnos tanto que diste Tu vida para que pudiéramos ser libres. Hoy recordamos Tu cuerpo quebrantado y Tu sangre derramada por nosotros. Ayúdanos a vivir a la luz de Tu sacrificio, proclamando Tu muerte y resurrección en nuestras vidas. Danos un corazón agradecido y lleno de esperanza mientras esperamos Tu regreso. Amén.
About this Plan
Amistad Cristiana quiere compartir contigo este devocional sobre las 'marcas de un discípulo'. Este plan te ayudará a entender cómo vivir como seguidor de Jesús, creciendo en fe y reflejando una vida transformada por Su amor. Es una invitación a conocer más a Dios y a vivir según Su propósito. ¡Te animamos a descubrirlo y aplicarlo en tu vida!
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