Cinco LucesSample

DEVOCIONAL

El apóstol Juan testificó contra la naturaleza humana diciendo que “…La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19 RVR60). Pero con todo y sabiendo que estábamos perdidos en las tinieblas y aun conociendo que éramos ajenos a todo arrepentimiento de nuestras obras. Dios mandó a su Hijo.

Porque Dios no envió a su Hijo a los sanos, sino a los enfermos. Jesús no vino a los que carecían de toda necesidad, sino a los que nos encontrábamos perdidos, necesitados, ciegos, enfermos y apartados de todo bien. Porque así es la luz, resplandece con más fuerza donde las tinieblas son más densas.

María; como todo Israel, aguardaba en la esperanza de todo el pueblo judío. En la esperanza de toda la humanidad que yacía en la oscuridad. Bajo el gobierno romano el pueblo hebreo se encontraba oprimido, pero este yugo no era nada comparado con la esclavitud del pecado que sujetaba a todos los hombres a una eterna oscuridad.

Por eso Jesucristo se presentó así: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn. 8:12 RVR60).

Una jovencita que esperaba casarse y formar una familia junto a su futuro esposo José, jamás imaginó que repentinamente sería visitada y le sería anunciada una gracia especial sobre su vida.

Así es el amor de Dios sobre nosotros, no lo esperábamos, ni siquiera lo buscábamos y aun siendo indignos de él, fuimos recompensados por él.

Algunos tenemos la costumbre de encender velas en esta temporada, recordando la luz que vino al mundo para encender una llama en nuestro corazón. Es la luz de su promesa cumplida, la luz de su paz, la luz de su gracia inmerecida, la luz de un gozo inefable y glorioso. Pero sobre todo es la luz de su amor, el amor que echa fuera las tinieblas del temor, del rechazo y la condenación.

Es el “Sol de justicia que en sus alas ha traído salvación” (Malaquías 4:2).

MEDITACIÓN

¿Alguna vez has sentido que caminas a tientas?

¿Crees que tú o alguien que conoces se encuentra perdido y caminando en la oscuridad?

¿Por qué no tomas un tiempo para orar y pedirle a Dios que en esta temporada la luz del amor de Dios te ilumine a ti y a las personas que amas?

ORACIÓN

Señor Jesús, tu eres la luz que yo necesito. Hoy te pido que me llenes de tu amor, que llenes a mi familia con tu amor, que estos días, lo más importante sea recordar que nos amas y que por eso viniste al mundo. Para mostrarnos el inmenso amor de Dios por todos nosotros. Enséñame a mostrar ese mismo amor a todos los que me rodean, En Cristo Jesús, amén.