Cinco LucesSample

DEVOCIONAL

A punto de estallar la guerra, una mujer de mala reputación toma una decisión aventurada. Esconder al enemigo, mentir para encubrirlo y ayudarle a escapar. ¿Por qué lo hace? Sabe que la suerte está echada, sabe que su pueblo perecerá. Todo lo que ha construido y por lo que ha trabajado está a punto de desaparecer. Teme por su vida, teme por su familia, ¿los enemigos le tendrán misericordia?

Quizás no tiene derecho a pedirlo, pero ruega por un salvoconducto cuando venga la destrucción. Pide por su vida y la de su familia. Los espías le dan una señal, cuelga un listón rojo en tu ventana; quizás recordando las marcas de la sangre en las puertas de sus casas durante la muerte de los primogénitos en Egipto. Solo así la batalla no te alcanzará.

Ella obedeció las instrucciones, no tenía ninguna otra cosa en que poner sus esperanzas, la destrucción venia, nadie se libraría de la muerte, lo único que le quedaba era su esperanza en ese listón rojo.

La humanidad también está enemistada con Dios, llegará la hora en que todos seamos llamados a cuentas, pero como decía el profeta Isaías: “Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados” (Isaías 53:5 RVC).

Ese listón rojo representó la reconciliación, la paz y el perdón. De tal manera que aún Rajab aparece en la genealogía del salvador. Al igual que nosotros, su paz nos da entrada a la familia de Dios.

MEDITACIÓN

¿Acaso crees que en Dios no puedes encontrar reconciliación?

¿Crees de verdad que no serás bienvenido a la familia de Dios? ¿Qué necesitas para volver a casa?

Jesús es quien hizo la paz entre Dios y nosotros, para que hoy te sientas bienvenido a la mesa de tu Padre Celestial.

ORACIÓN.

Señor Jesús, gracias por tu perdón, tu paz y tu reconciliación. Hoy yo sé que soy tu hijo(a), soy amado(a), soy perdonado(a) y soy bienvenido(a) a tu casa y a tu mesa, porque soy miembro de la familia de Dios. En Cristo Jesús, amén.