Las Bienaventuranzas: La Marca Del Ciudadano Del ReinoSample
Día 8: Visión eternal
"Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí.
Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes" (Mateo 5:10-12).
¿Quiénes pueden ser doblemente felices? Los perseguidos, insultados y difamados. ¿Qué quiere decir esto? Muchísima atención con esto, amigos. Los perseguidos, insultados y difamados son doblemente felices porque han renunciado a sí mismos. Ya no viven para sí, sino para Dios. Su vida ya no se centra en ellos, sino en cómo glorificarle en cada circunstancia. Se trata de vivir conforme a los principios de Dios y de querer hacerlo en cada momento.
La persecución que sufre el ciudadano del Reino es consecuencia de una vida justa.
Los romanos estaban impresionados por la conducta de los cristianos. Se decía que en el Coliseo Romano, los cristianos temblaban de gozo, no de miedo. Cantaban juntos y morían juntos. Eran valientes, firmes y con convicción. Esto nos debe llevar a reflexionar: ¿qué hemos hecho de nuestro cristianismo?
A Pablo y Pedro los mataron en el 66 d.C. Pablo, probablemente decapitado. Pedro crucificado de cabeza por no sentirse digno de morir como su Rey.
Andrés fue a lo que hoy es Rusia a predicar el evangelio y lo crucificaron.
Tomás se fue a Siria, probablemente fue hasta la India, y murió atravesado por lanzas.
Felipe fue a África a predicar y fue muerto cruelmente, cuando por su predicación la esposa de un procónsul se hizo creyente.
Bartolomeo fue a Armenia, Etiopía y Arabia a predicar. Murió como mártir de Cristo.
Santiago ministró en Siria y murió apedreado.
Simón, el Zelote, quien fue un terrorista salvado por Jesús, fue a predicar a Persia donde lo mataron por no sacrificar al dios sol.
Matías fue a Siria y lo quemaron vivo.
Juan fue puesto en aceite hirviendo, y al no morir de esa tortura, lo mandaron a Patmos exiliado.
¿Ves por qué Jesús les dijo las palabras de nuestro texto? Sufrirían por el evangelio y les costaría todo, pero está bien, porque el cristianismo se trata de eso: perder tu vida para ganarla.
La marca del ciudadano del Reino es que sufre por causa de Cristo, y aunque hoy día no enfrentamos la misma clase de persecución, eso no significa que estamos exentos de sufrimiento.
¡Suframos por el Rey! Si te hirieron, si te lastimaron, si te engañaron, entiende que tu Rey te ordena perdonar. Dios busca súbditos obedientes, aquellos que están dispuestos a seguirle a pesar del costo.
Amigos, debemos comprender que el cristianismo se trata de morir a uno mismo. Y sí, eso duele, lastima e incomoda. Pero está bien, sufrir por Cristo está bien. Es parte de vivir para Él y para Su gloria.
Conclusión
Ser un ciudadano del Reino es vivir una vida que refleja la transformación que Dios ha obrado en nuestros corazones. Es abrazar la pobreza espiritual, el llanto por el pecado, la humildad, la búsqueda de justicia y la misericordia. Es vivir en paz con Dios y con los demás, y estar dispuesto a sufrir por causa de Cristo.
¡Es hora de que tu corazón se doble ante el Rey y vivas de acuerdo con el llamado que Él ha puesto en tu vida! ¡Que cada aspecto de tu ser refleje la realidad del Reino de Dios y Su gloriosa paz!
Scripture
About this Plan
En este plan devocional de 8 días, en compañía del pastor Josué Ortiz, nos sumergiremos en las profundas enseñanzas del Sermón del Monte, explorando las características que definen a los ciudadanos del reino de Dios. A través de este recorrido, descubriremos cómo estas bienaventuranzas no solo describen la esencia y personalidad de Dios, sino que también revelan la obra transformadora que Él realiza en nuestros corazones. Descubre cómo vivir como un verdadero ciudadano del Reino, experimentando la doble felicidad que Jesús promete a Sus hijos.
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