Las Bienaventuranzas: La Marca Del Ciudadano Del ReinoSample
Día: 5 Felices y misericordiosos
"Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia" (Mateo 5:7).
El mundo no considera la misericordia como una virtud humana, sino como una debilidad. Solo aquellos que han experimentado el poder del evangelio pueden ser verdaderamente misericordiosos. No estoy diciendo que los no creyentes no puedan mostrar "destellos" de la misericordia de Dios. Todos hemos conocido a personas que demuestran misericordia hacia los demás. Sin embargo, esos son solo "destellos" o "rastros" que no indican que posean esa característica de manera permanente en sus corazones.
Solo aquellos que han sido rescatados, limpiados, restaurados y redimidos pueden ofrecer verdadera misericordia. ¿Por qué? Porque no puedes dar a otros lo que tú mismo no tienes. Quien ha recibido inmensa misericordia, distribuye inmensa misericordia.
¿Qué es la misericordia?
Es una palabra tan rica que no puede traducirse con una sola palabra. En el Antiguo Testamento, se utilizaba la palabra “hesed”, que abarca conceptos como amor, paciencia, perdón, cuidado, interés y sacrificio incondicional.
Ser misericordioso implica ser piadoso, bondadoso, apacible, pacífico y, sobre todo, está estrechamente relacionado con el perdón. Una persona que es misericordiosa es aquella que perdona, y quien perdona lo hace por amor, paciencia y bondad. La misericordia es un estilo de vida que se centra en renunciar a uno mismo y poner a Dios, Su bondad y Su evangelio en el centro de tu vida.
Es una forma de vivir.
Es un estilo de vida que se aplica a cada área de tu vida: cuando tus padres no te hablan, eres misericordioso; cuando tu esposa no te hace caso, eres misericordioso; cuando tu suegra habla mal de ti, eres misericordioso; cuando la vecina te hace maldades, eres misericordioso. Cristo ha puesto un nuevo corazón en ti por Su misericordia, y ahora tú eres misericordioso con los demás.
Las primeras cuatro bienaventuranzas se relacionan con tu relación con Dios. A partir de la quinta, la misericordia también afecta tu relación con los demás. ¿Puedes verlo? La pobreza espiritual es algo individual. El lamento, la humildad, el hambre y la sed son aspectos entre tú y Dios. Pero la misericordia, la quinta bienaventuranza, tiene una implicación directa en tus relaciones con los demás.
Esto es muy importante.
Si no tienes misericordia con los demás, si te cuesta perdonar, amar y ser paciente, es porque no estás cultivando las cuatro cualidades anteriores. No es que te falte ser pobre en espíritu; si eres verdaderamente salvo, Dios ya ha puesto un corazón humilde en ti. Pero, si no estás cultivando esa cualidad, estás obstaculizando la obra del Espíritu Santo en tu vida. Por eso, Pablo escribe en 1 Tesalonicenses 5:19: "No apaguéis al Espíritu". Y en Efesios 4:30 dice: "No contristéis al Espíritu Santo de Dios".
Pablo no está sugiriendo que no seas salvo, pero sí está indicando que un creyente, a pesar de ser salvo, puede obstaculizar la obra del Espíritu de Dios. Tal vez has notado que te sientes apagado, enfriado o alejado, y ves conflictos constantes. Esto puede deberse a una falta de atención a las cualidades que Dios ya ha puesto en tu corazón.
Dios quiere que seas misericordioso, porque eso es lo que te hará plenamente feliz. La misericordia trae paz con Dios y con los demás.
Conclusión
El Reino de Dios se expande en la tierra a través de ciudadanos que son misericordiosos.
About this Plan
En este plan devocional de 8 días, en compañía del pastor Josué Ortiz, nos sumergiremos en las profundas enseñanzas del Sermón del Monte, explorando las características que definen a los ciudadanos del reino de Dios. A través de este recorrido, descubriremos cómo estas bienaventuranzas no solo describen la esencia y personalidad de Dios, sino que también revelan la obra transformadora que Él realiza en nuestros corazones. Descubre cómo vivir como un verdadero ciudadano del Reino, experimentando la doble felicidad que Jesús promete a Sus hijos.
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