Permaneciendo en Semana SantaSample

PERMANECIENDO EN SEMANA SANTA - DEVOCIONAL DE CUARESMA por BRYAN CRAIG

Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero en secreto por temor a los judíos, pidió a Pilato que se llevara el cuerpo de Jesús, y Pilato le dio permiso. Vino, pues, y se llevó su cuerpo. También Nicodemo, que antes había venido a Jesús de noche, vino trayendo una mezcla de mirra y áloe, de unas setenta y cinco libras de peso. Así que tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con las especias aromáticas, como es costumbre de los judíos. En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo en el que aún no había sido puesto nadie. Así que, debido al día judío de la Preparación, ya que el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús allí (Juan 19:38-42).

Dos hombres, que eran judíos respetados y ricos, pero también seguidores secretos de Jesús, se encargaron del entierro de Jesús. Como hoy, cuando alguien muere, aquellos que lo amaban querían darle una despedida adecuada. Estos dos hombres amaban a Jesús. Se dice que las 75 libras de especias funerarias que Nicodemo trajo para envolver a Jesús valen $100.000 dólares de hoy. Es interesante cómo Jesús habló mucho sobre el dinero y cómo el amor al dinero puede engañarnos, pero aquí hay un ejemplo de dos seguidores fieles que tenían riquezas y usaron su dinero con generosidad para los propósitos del Reino. He conocido a personas así que han sido bendecidas con riquezas materiales, pero no las ven como suyas. Se ven a sí mismos simplemente como mayordomos del dinero de Dios. Es algo hermoso de ver.

Y aquí está Nicodemo, el que le preguntó a Jesús sobre lo que significaba "nacer de nuevo". Poco se da cuenta, pero está a punto de ver a Jesús renacer cuando resucite de entre los muertos a un cuerpo resucitado.

APLICACIÓN:

Piensa en tu última experiencia con la muerte. ¿Fuiste a la funeraria? ¿Fuiste a visitar a la familia a casa? ¿Enviaste flores o trajiste comida? ¿Recuerdas los sentimientos de tristeza mezclados con amor y alegría de ver a la gente cuidándose y abrazándose? Piensa en tu amor por Jesús e incluso por su madre María y sus primeros seguidores. ¿Empatizas con lo que estaban sintiendo? Ora al respecto.