Nada Es ImposibleSample

Sal de tu tierra

Todos en algún momento hemos pensado que es imposible empezar de nuevo. Sobretodo cuando hemos atravesado situaciones en la que hemos perdido humanamente todos nuestros recursos y la situación nos obliga, no solo a comenzar, sino a hacerlo desde cero. Sin las personas que conociste, los amigos que tuviste, las relaciones que fomentaste, el dinero que ahorraste; en fin sin nada de lo que antes tenías.

En Génesis 12:1, en dónde Dios le indica a Abram salir de su tierra y de su parentela, vemos exactamente la misma situación que muchos podemos estar viviendo.

“Tierra y parentela”. Estas dos palabras son, probablemente las que nos atan a destinos de escasez, las que nos mantienen en un “estado trancado” que nos no permite avanzar hacia nuestros sueños. Dios podía bendecir y hacer grandes cosas con Abram en ese lugar; no obstante Él decidió alejarlo de todo lo que lo rodeaba porque era la única forma en la que podría suceder algo nuevo y superior en su vida.

Cuando Dios le dice a Abram: “Sal de tu tierra”, se refería a que tenia que alejarse no solo de su comodidad, sino que lo retaba a crecer aún más. Debía apartarse de su cultura, crianza, raíces, entorno, tradición, estilos y formas.

La dependencia de estos aspectos nos lleva a vivir limitadamente y en conformidad en todos los ámbitos. Nos resistimos a crecer y con expresar: “Yo soy así” lo solucionamos. Es más fácil permanecer firme en la necedad, que decir: “Lo siento, voy aprender más de ti”.

Esto era precisamente lo que Dios quería cambiar en la vida de Abram. A veces nos preguntamos: ¿Por qué Dios nos saca de un lugar en el que nos encontramos cómodos? ¿Cuál es tu zona actual de confort?

Dios tiene algo mucho mejor de lo que estás viviendo, pero necesita apartarte del lugar donde estás, ya que el apego a lo familiar, nos hace percibir lo desconocido como algo amenazante y peligroso.

Ten confianza

Fe y confianza. La fe no es fe hasta que no es lo único que nos sostiene.

7 pasos para transitar el camino del éxito:

-Planificación: Es esencial para poner orden y estructura en nuestro proceso hacia el éxito. Pero, debemos desarrollar flexibilidad para recibir con la mejor disposición los cambios de planes que traerá Dios en el camino. Es obvio que los planes de Dios son mejores que los nuestros.

Hay 3 tipos de personas, las que no planifican, las que lo hacen y las que dejan a Dios intervenir en su planificación.

Lo mejor para nuestra vida es permitir que Dios irrumpa en nuestros planes para establecer los Suyos.

-Desprendimiento: Desprenderse es despojarse de todas las ataduras que nos impiden avanzar. Dejar ir lo que significó seguridad, comodidad y familiaridad. Quitarle poder a algo que perdió vigencia y propósito en tu llamado hoy, buscando la sabiduría de Dios, dependiendo de Él, confiando en Él, más allá de todo lo demá. Reconociendo cuándo es el momento de despedirnos emocional, física y espiritualmente del lugar donde estamos, independientemente de lo que represente para nosotros.

Lo mejor para tu vida, está al otro lado de tu seguridad de hoy.

-Confianza: Se refiere a certeza en relación al llamado y la bendición de Dios. Lo que nos da valor para avanzar y mantener nuestra mirada en la meta. Cuando creemos que tenemos la bendición de Dios, tenemos el valor para continuar y vencer los obstáculos. Confiar en Dios nos transforma, hace que fluyamos en nuestro llamado y que sintamos que nada es imposible y que podemos conquistarlo. Yo creo que cuando confiamos en Dios aún en los momentos más difíciles, estamos en gozo.

-Bendición: Dios nos ha dado talentos, dones, experiencias y conocimiento que nos capacita para nuestro llamado y para ser de bendición para otros. Aunque no vivimos para las bendiciones, ellas siempre estarán presentes, pero no son solo para nuestro consumo personal, aunque Dios quiere que las disfrutemos a plenitud, el propósito mayor es usarnos como instrumentos útiles en Sus manos.

-Obediencia: Para recibir autoridad tenemos, entre otras cosas, que entregar nuestra voluntad, dejándonos dirigir por Dios, llenándonos del Espíritu Santo y dejando de decirle a Dios cómo Él lo tiene que hacer. Esto no es más que obediencia. Siempre obedecer es lo que más nos conviene, aunque en el momento no entendamos la voluntad de Dios.

-Nunca es tarde para comenzar: Nos invita a sacar los sueños de la gaveta y ponerlos en nuestro corazón para verlos realizados en nuestras manos.

Dios es experto en nuevas oportunidades y que la edad no es un limitante para salir del pasado, que podemos dejar todo atrás y comenzar de nuevo buscando Su guía.

-Vencer los obstáculos: Cuando nosotros le agregamos peso a nuestra mochila detenemos nuestra bendición y no disfrutamos lo que Dios tiene para nosotros.

Momento de reflexión.

• ¿Cuál es tu zona de confort?
• ¿En qué áreas de tu vida has sentido que es imposible comenzar de nuevo?
• ¿Haz un inventario de los siete pasos para transitar por el camino del éxito e identifica en cuáles debes trabajar y por qué?

a.- Planificación

b.- Desprendimiento

c.- Confianza

d.- Bendición

e.- Obediencia

f.- Vencer los obstáculos

g.- Nunca es tarde para comenzar

Oración:
Señor, muéstrame la tierra que debo seguir y ayúdame a conquistarla. En el nombre de Jesús. Amén.