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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 106 OF 365

Su presencia

Si amas a alguien lo que más deseas es la presencia de esa persona contigo. Las fotos reconfortan, las llamadas de teléfono y los mensajes están bien, así como las cartas. *Skype* y *Facetime* son estupendos para comunicarse, pero nada se puede comparar con pasar tiempo con esa persona en vivo. Lo que Adán y Eva perdieron en el Jardín del Edén cuando pecaron fue *la presencia de Dios*. Muy por encima de tener la ley, la característica que distinguía a Israel era la *presencia de Dios entre ellos*. El templo no era principalmente un lugar de sacrificio, sino *el lugar de la presencia de Dios*. El exilio fue desastroso para el pueblo porque estuvieron *lejos de la presencia de Dios*. Dios prometió volver a estar en medio de su pueblo. Esta promesa fue cumplida con la venida de Jesús y el Espíritu Santo. Él promete estar contigo.

Salmos 46:1-11

«El Señor Todopoderoso está con nosotros»

La presencia de Dios en el Antiguo Testamento se asociaba con Jerusalén, la ciudad de Dios, donde «Dios está» (v.5). En particular, era asociada con el templo (v.5a), «la santa habitación del santísimo» (v.4b). «Dios está en ella»; «el Señor Todopoderoso está con nosotros» (vv.7,11).

Cuando Jesús estuvo en la tierra, declaró que su cuerpo era el templo donde Dios estaba presente (ver Juan 2:19-22). En el día de Pentecostés, la presencia de Dios vino a morar con su pueblo por medio del Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo. En el Nuevo Testamento, la presencia de Dios no está en un templo físico sino en su pueblo, «un templo santo» (Efesios 2:19-22).

En la vida siempre hay tanto por hacer que es tentador querer ser hiperactivos y hacerlo todo. Pero el Señor te anima así: «Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios» (Salmo 46:10). Si te tomas tiempo para estar quieto y escucharlo a Él, verás en este salmo algunas de las bendiciones que vienen de reconocer Su presencia contigo.

  • Paz

«Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos» (vv.1–2a).

  • Alegría

«Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios» (v.4a). Jesús habló de que el Espíritu Santo traería «ríos de agua viva» (Juan 7:38). Este río no está en una ciudad física sino en tu corazón.

  • Seguridad

«Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda» (Salmo 46:5).

  • Protección

«El SeñorTodopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob» (vv.7,11). Dios lucha por nosotros y nos protege.

Señor, hoy quiero «quedarme quieto y reconocer que tú eres Dios» (v.10). Traigo ante Ti mis miedos, preocupaciones y ansiedades. Gracias porque puedo confiar en Ti. Gracias por Tu presencia y la paz, la alegría, la seguridad y la protección que traes.

Lucas 17:11-37

«El reino de Dios está entre ustedes»

Dios ha venido a morar en medio de su pueblo por medio de la llegada de Jesús y la llegada del reino de Dios. Jesús es «Emmanuel […] Dios con nosotros» (Mateo 1:23). Jesús enseñó que el reino de Dios es a la vez «ahora mismo» y «todavía no»:

  • La presencia de Dios: «Ahora mismo»

Los fariseos preguntaron a Jesús cuando llegaría el reino de Dios. Jesús respondió: «La venida del reino de Dios no se puede someter a cálculos. No van a decir: “¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!” Dense cuenta de que el reino de Dios (ahora mismo) está entre ustedes» (Lucas 17:20–21).

El reino de Dios es el gobierno y el reinado de Dios. Jesús lo inauguró predicando la buena noticia del reino y sanando a los enfermos (por ejemplo, vv.15–18) y por medio de su muerte y resurrección. Con la venida de Jesús y del Espíritu Santo, Dios se hace presente en medio de su pueblo. Pero esta presencia no siempre es visible. La gente de hoy no siempre podrán decir: «¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!» (v.21) pero vendrá el tiempo en que su presencia será visible.

  • La presencia de Dios: «Todavía no»

Un día Jesús volverá. Será el día de la consumación del reino de Dios. Entonces, todos verán pues «así como el relámpago, al brillar, ilumina el cielo de uno a otro lado, así será el Hijo del hombre en el día de su regreso» (v.24).

Este será el día en el que el Hijo del Hombre sea revelado en toda su gloria (v.30), en el que lo veremos cara a cara (1 Corintios 13:12) y «estaremos con el Señor para siempre» (1 Tesalonicenses 4:17). Experimentaremos la presencia visible de Dios para siempre.

Ahora mismo la presencia de Dios es invisible. La gente se centra en comer, beber, casarse, comprar, vender, plantar y construir (ver Lucas 17:27–28). Ninguna de estas cosas está mal en sí misma. Son parte de la vida regular y ordinaria. El problema tanto en la época de Noé como en la de Lot, es que la mayor parte de la gente hizo oídos sordos a las advertencias. Jesús nos urge a estar listos.

Paradójicamente, quien intenta salvar su vida la pierde, y quien la pierde la salvará (v.33). Si eres de los que siempre están intentando encontrar la manera de sacar el mayor partido a la vida para sí mismos (sacar cuanto más dinero, mayores posiciones, mejor reputación, ser más popular) entonces te perderás. Si pierdes tu vida negándote a ti mismo y sirviendo a Jesús, lo que de hecho encontrarás será la vida en toda su plenitud.

Como vives en el tiempo que hay entre la primera y la segunda venida de Jesús, no olvides dar gracias a Dios por sus bendiciones. De los diez leprosos que Jesús curó, solo uno regresó «alabando a Dios a grandes voces. Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias» (Lucas 17:15–16).

Es fácil ser como los nueve leprosos que se olvidaron de dar gracias a Jesús. Cultiva una actitud de gratitud, tomándote el tiempo para dar gracias a Jesús por las oraciones respondidas, su constante amor, su perdón, su gracia y especialmente por la promesa de la presencia de Dios contigo. Recientemente, un día que estaba orando en Hyde Park decidí practicar esto y pensar en cien cosas por las que dar gracias a Dios. Completé la lista muy rápido y me di cuenta de que apenas había comenzado la lista de las cosas por las que dar gracias.

Señor, perdóname por olvidarme tan a menudo de darte gracias. Muchísimas gracias por todas tus bendiciones…

Deuteronomio 26:1-28:14

«La presencia del Señor»

En este pasaje vemos parte del trasfondo del Antiguo Testamento para la comprensión de la «la presencia del Señor». La tierra que Dios ha dado como herencia era el lugar que eligió como «residencia de su nombre» (26:2, DHH).

Tenían que recitar su historia en presencia del «Señor tu Dios» (v.5). Debían postrarse «ante él» (v.10). Ante la presencia de Dios tenían que orar por la bendición de Dios para su pueblo (vv.9–16). Debían gozarse «en la presencia del Señor» (27:7).

Dios había rescatado a su pueblo de «la miseria, el trabajo y la opresión» (26:7). Estas palabras también son una buena descripción de la vida sin la presencia de Dios. Él llamó a su pueblo para ser «su posesión preciosa» (v.18). Les dice que edifiquen un lugar de alabanza donde se puedan gozar «la presencia del Señor tu Dios» (27:7).

El pecado es lo que nos saca de la presencia de Dios. Por lo tanto, Dios advierte a su pueblo para que se abstengan de la idolatría, deshonrar a las familias, el robo, desorientar a los ciegos, la injusticia, la inmoralidad sexual, el asesinato y los sobornos (vv.14–26).

En contraste, si su pueblo obedece completamente disfrutará de todas sus bendiciones (28:1–14). Dios promete bendecir sus hogares, familias, trabajo y otras actividades. Como escribe Joyce Meyer: «Nuestra obediencia no debe ser un acto ocasional, sino nuestra manera de vivir. Hay una gran diferencia entre quienes están dispuestos a obedecer diariamente y quienes solo quieren obedecer cuando necesitan salir de una dificultad. Ciertamente, Dios muestra a la gente cómo salir de los problemas, pero derrama bendiciones abundantes sobre los que deciden vivir para Él de todo corazón, haciendo de la obediencia su estilo de vida».

Por supuesto, ninguno de nosotros hemos obedecido a Dios completamente, solo Jesús lo ha hecho. Su muerte y resurrección hicieron posible que tú fueras perdonado para disfrutar de la presencia de Dios y un anticipo de todas las bendiciones que se prometen en este pasaje. Y un día, cuando Jesús regrese, las experimentarás en toda su plenitud en la presencia visible de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Padre, gracias por todas las bendiciones que prometes. Gracias por el perdón que se alcanza en Jesucristo. Gracias porque experimento un anticipo de estas bendiciones en esta vida y un día las experimentaré completamente, en la presencia visible de Dios.

Pippa Adds

Pippa añade

Lucas 17:16

«Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias».

Debo seguir dando gracias a Jesús por todas las extraordinarias cosas que ha hecho y continúa haciendo.

Salmo 46:1–2a

«Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos».

En cuanto leo estos versículos me siento mejor al saber que Dios está conmigo en toda situación. Debo recordarme a mí misma que «no temeré» incluso en la hora de la tentación. En vez de temer, intento hacer lo que el versículo 10 dice: quedarme quieta y reconocer que Él es Dios.

References

Notas: Joyce Meyer, Cómo oír a Dios, (Charisma Media, 2004), pág. 203 Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790. Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org) Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

About this Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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