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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 111 OF 365

¡Hola Dios! Soy Flory Shore

*The Vicar of Dibley*, es una serie de televisión del Reino Unido que presenta a una pastora (representada por Dawn French) y está basada en la vida de Joy Carroll Wallis, una de las primeras mujeres que fueron pastoras en una iglesia anglicana. Hace algunos años conocimos a Joy, la cual nos contó una historia de cuando ejercía como pastora en Brixton, Londres. Uno de los miembros de la congregación era una señora muy piadosa de 86 años llamada Flory Shore quien tuvo que someterse a una cirugía. A Flory le habían dicho que las posibilidades de sanarse eran muy pequeñas. Afortunadamente, sobrevivió a la cirugía. Al abrir los ojos, una de las primeras cosas que vio fue la imagen borrosa de su doctor, que estaba vestido con su bata blanca. La anciana sonrió y dijo: «¡Hola Dios! Soy Flory Shore». El comentario de Joy es que aquello demostró dos cosas. La primera es que mostró la humildad de Flory, pues ella no esperaba que Dios supiera quien era. La segunda, mostró su absoluta certeza acerca de la resurrección y del lugar a donde iba. Su seguridad acerca de la resurrección se apoyaba en la piedra angular del cristianismo: la resurrección de Jesucristo al tercer día. El mismo poder que levantó a Jesús de entre los muertos vive ahora en ti por medio del Espíritu Santo (ver Efesios 1:18–23).

Salmos 49:1-20

Vida más allá de la tumba

Hay un fuerte contraste entre una vida sin Dios y una vida con Dios.

  • Vida sin Dios

Aquellos que viven sin Dios tienden a acabar confiando o bien en las riquezas (v.6a) o en ellos mismos (v.13a). Esta confianza se caracteriza por la búsqueda de estatus. Los ricos puede que «se jacten de sus muchas posesiones» y usen el dinero para impresionar a los demás con sus posesiones (v.16) poniendo tierras a su nombre (v.11a).

Disfrutan que la gente los elogie (v.18b) y se «consideran dichosos» (v.18a). Pueden tratar de usar su riqueza para «rescatar» su vida de la muerte (v.7). Pero ningún pago es suficiente (v.8). Al final, todo es inútil pues la riqueza se la quedan otros (v.10b). «No te asombre ver que alguien se enriquezca y aumente el esplendor de su casa, porque al morir no se llevará nada (vv.16–17a). ¿De qué sirve todo si al final «se pudrirán en el sepulcro»? (v.14).

  • Vida con Dios

En contraste, si vives una vida con Dios no necesitas buscar alcanzar un estatus. Esto es así porque tu estatus no viene determinado por tu éxito en la acumulación de riqueza, sino por saber a quién perteneces y lo valioso que eres para Él.

Tu rescate ha sido pagado (v.7b) y has sido redimido, por lo que tu futuro está asegurado. «Pero Dios me rescatará de las garras del sepulcro y con él me llevará» (v.15).

Una vida con Dios significa que vivirás «para siempre sin llegar a ver la fosa» (v.9). El salmista dice: «¿Por qué he de temer» (v.5). El miedo es una emoción humana, pero con Dios puedes enfrentarte a tus miedos con confianza porque puedes tener la completa confianza en Dios en esta vida y en la vida venidera.

Aquí aparece una de las pocas pistas que se dan en el Antiguo Testamento acerca de la vida después de la muerte. El autor está confiado en que Dios «me rescatará de las garras del sepulcro y con él me llevará» (v.15). La vida con Dios no termina con la muerte sino que continúa en la eternidad. El salmista tiene confianza en esto aunque no sabía cómo era posible. La respuesta se revela por medio de la resurrección de Jesús.

Señor, gracias por el poder de tu resurrección que ahora vive en mí. Gracias porque me arrancarás de las garras de la muerte y me llevarás contigo.

Lucas 20:27-21:4

Los muertos resucitarán

Cuando comenzamos a pensar en la resurrección y la vida después de la muerte, se hace difícil imaginar cómo será. ¿Qué aspecto tendrá la gente? ¿Qué tipo de cuerpo tendrás? ¿Cómo nos relacionaremos unos con otros?

Algunas veces la gente usa ese tipo de preguntas para sugerir que la idea de la resurrección es fantasiosa o incluso absurda. Los saduceos pertenecían al grupo «que decía que no hay resurrección»

(20:27, MSG). Vinieron a Jesús con una pregunta capciosa acerca de una mujer que había tenido siete esposos, preguntándole burlonamente cómo funcionaría aquello a la hora de la resurrección.

Jesús respondió explicando que su pregunta estaba mal planteada porque trabajaban desde una mentalidad de este mundo. La resurrección transformará todas nuestras relaciones humanas y se eliminará la necesidad del matrimonio como medio de continuar la línea familiar (vv.34–36).

Jesús responde la pregunta, pero luego pasa a tratar la verdadera cuestión. Los saduceos no se sentían impresionados por las pistas acerca de la resurrección que aparecen en el Antiguo Testamento porque atribuían un peso mucho mayor a los cinco primeros libros de la Biblia (el Pentateuco).

Jesús los confronta en su propio terreno, citando uno de aquellos libros: «Pero que los muertos resucitan lo dio a entender Moisés […] pues llama al Señor “el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Él no es Dios de muertos, sino de vivos; en efecto, para él todos ellos viven» (vv.37–38).

Jesús deja absolutamente claro que él creía no solo en su propia resurrección sino en una «resurrección» de la muerte mucho más amplia (v.35). Aquellos que resucitan no «podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección» (v.36).

Por supuesto, todo dependía de que Jesús fuera quien decía ser. Jesús señala que él no solo es un hijo de David; es el Señor de David (vv.41–44). Si Jesús es Señor, puedes estar seguro cuando afirma que «los muertos resucitan» (v.37).

Si de verdad crees en la resurrección, esto cambia tu actitud para todo en la vida, incluyendo tus posesiones. Como la viuda (21:1-4), eres desafiado a dar generosamente, no aferrarte a tus posesiones y, en última instancia, estar dispuesto a renunciar a todo lo que tienes en esta vida.

Más aún, tienes una perspectiva completamente diferente en esta vida. Hay verdadera esperanza a la hora de enfrentarse a la tragedia de la muerte. Esta vida es solo el principio.

Señor, muchísimas gracias por morir por mí, y gracias por la asombrosa esperanza que tengo por medio de tu resurrección. Gracias porque el mismo poder que levantó a Jesús de la muerte nos levantará también a nosotros.

Deuteronomio 33:1-34:12

Los brazos que siempre sostienen

Si hay una persona que tuvo un buen final de su vida esa fue Moisés, como narra el Deuteronomio: «Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor» (34:7). Había vivido una vida de conocer al Señor «cara a cara» (v.10).

Moisés fue usado poderosamente por Dios: «Nadie ha demostrado jamás tener un poder tan extraordinario, ni ha sido capaz de realizar las proezas que hizo Moisés» (v.12).

Uno de los mayores desafíos de esta vida es acabar bien. Parte de acabar bien es planear la sucesión.

Moisés acabó bien. Había planeado que Josué fuera su sucesor. «Entonces Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés» (v.9). Este es uno de los pocos ejemplos en los que la unción de Dios pasa de una generación a la siguiente.

Antes de morir, Moisés bendijo a todas las tribus con algunas palabras extraordinarias. Por ejemplo, de Benjamín dijo: «Que el amado del Señor repose seguro en él, porque lo protege todo el día

y descansa tranquilo entre sus hombros» (33:12).

Al acercarse al final, una vez bendecida cada tribu, dice: «No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte cabalga en los cielos, entre las nubes, con toda su majestad. El Dios sempiterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos» (vv.26–27a).

Puede que Moisés se diera cuenta de que la muerte no era el final; confiaba en el Dios eterno y sabía que le sostendrían eternamente.

Pero esto no quita completamente el dolor y la tristeza de la muerte. El pueblo lloró e hizo duelo cuando Moisés murió (34:8a). Es natural y es importante hacer duelo; es vital que lo hagamos. Tus emociones han sido dadas por Dios y no deben ser reprimidas.

Pero hay una gran diferencia entre el duelo sin esperanza y el duelo de un creyente que tiene esperanza en la resurrección (1 Tesalonicenses 4:13).

A lo largo de los años, he estado en muchos funerales y servicios memoriales y con frecuencia, se pronuncian en ellos estas palabras iniciales que son poderosas, reconfortantes y que llenan de seguridad: «El Dios sempiterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos» (Deuteronomio 33:27a).

Señor, que como Moisés viva en una relación íntima contigo y sepa que el Dios eterno es mi refugio que me sostiene eternamente entre sus brazos.

Pippa Adds

Pippa añade

Deuteronomio 33:26–27a

«No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte cabalga en los cielos, entre las nubes, con toda su majestad. El Dios sempiterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos».

Palabras que reconfortan cuando atraviesas momentos difíciles.

References

Notes: Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790. Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org) Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group. Unless otherwise stated,

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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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