Caminando en La TablaSample
BUSCANDO LA OLA PERFECTA
¿Has encontrado ya la ola perfecta? ¿Has surfeado ya tu mejor ola?
Todos conocemos aquella película clásica de surf “Verano interminable”, en la que se aprecia esa sed insaciable de olas que tenemos todos los surfistas. Todos buscamos, al menos por unos instantes, vivir esa conexión significativa con el mar, en un tubo o una ola que quisiéramos que fuera interminable.
Cuando tenemos una sesión épica de surf, la sensación se queda con nosotros un tiempo, hablamos de nuestras olas, repartimos fotos en las redes sociales y gozamos revisando los detalles en nuestra memoria, pero inevitablemente la sensación pasa y vamos por más. De allí viene la famosa frase hacia el final de cualquier sesión de surf: “¡una ola más y salgo!” (por supuesto, nadie se la cree).
Mucha gente ha buscado esa satisfacción o conexión en diferentes actividades, personas o lugares. Nos aferramos lo más que podemos a nuestras mejores olas, a nuestros trabajos, a nuestros viajes, parejas, habilidades o lo que fuera, pero inevitablemente seguimos sin llenar plenamente nuestro espíritu.
Jesús vio esto claramente en muchos encuentros con la gente de su época. Quizás el más resaltante fue su encuentro con la mujer samaritana, quien había buscado saciar su sed con varias parejas (Juan 4: 1 - 42). Un día de sol, cuando ella iba en busca de agua, Jesús le habló de una fuente de agua de vida que le quitaría la sed para siempre.
Al comienzo, no lo entendió; pensó que era algún asunto de tipo mágico o técnico que le ahorraría tener que ir a buscar agua al pozo todos los días, hasta que profundizaron en la historia de su vida y ella misma pudo poner sus prejuicios a un lado y encontrar una relación significativa con el Mesías. Entendió que no era algo externo lo que Jesús le ofrecía, sino una fuente de vida que saldría de su interior y sería como un río desde dentro de ella.
¿Cómo va esa sensación de plenitud?
¿Hemos hallado satisfacción o aún no encontramos esa fuente de agua viva?
No se trata de una ola que puedas encontrar en el exterior, ni en una playa paradisíaca, por más tubular que sea, ni en algo fuera de ti, sino que Jesús te ofrece de una fuente de olas de vida que sale de tu corazón, puesta allí por Él.
La verdadera ola perfecta está por llegar, cuando le abras la puerta de tu corazón al Creador de las olas, en la playa perfecta de Dios:
¡Sí, ven Jesús! ¡Aloha Jesús!
Scripture
About this Plan
Jesús fue el primero en caminar sobre las olas. Un día, llamó a su amigo Pedro para que salte al mar y camine hacia Él, dejando de mirar la tormenta. Quizás estás movido por las olas de la vida y necesitas una base estable para avanzar. Si es así, este plan es para ti, ¡salta de esa barca que se hunde y ven al encuentro del Creador de las olas!
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