CAMINAR SOBRE EL AGUA

¿Alguna vez pensaste que realmente se podía caminar sobre las olas?

A veces pensamos que algo es imposible porque nunca hemos visto que se haya realizado o porque nunca hemos podido hacerlo. Una de esas es la de caminar sobre el agua. Cuando empecé a surfear, pensé que era imposible andar cruzando los pasos con elegancia sobre el longboard y llegar hasta el extremo de la tabla con un hang ten o que no era posible girar hacia atrás cruzando una de las piernas

Pero lo que parece imposible puede volverse real, cuando nos enfocamos de manera correcta en lo que nos permite lograrlo.

Al inicio de la Biblia, aparece alguien llamado Enoc del que no se dice mucho. Sólo se menciona que “caminó con Dios y que siempre anduvo con Él”. No sabemos muchos detalles, pero fue tal la amistad que mantuvieron que “un día desapareció, porque Dios se lo llevó” (Génesis 5: 21–24).

Algunos creen que Dios se ocupa de imponer reglas a la gente, pero la idea es más bien la de ‘caminar juntos’. Por ejemplo, la historia de Noé, quien siempre ‘anduvo con Dios’ (Génesis 6:9) o la de Abraham, “amigo de Dios”, como lo hace notar Isaías (Isaías 41:8).

Y la lista continúa, con personas como Job y su relación con Dios en medio del sufrimiento o Débora quien dirigió su nación por muchos años. Vemos cómo la prostituta Rahab mostró una fe sólida en el momento más crítico de su vida y a Daniel quien fue “muy amado” por Dios. Como ellos todo tipo de hombres y mujeres que son ejemplos de amistad con Dios.

En los evangelios encontramos a Jesús llamando a sus discípulos “para que estuvieran con él” (Marcos 3:13-14) y también que le gustaba juntarse a comer con sus amigos Marta, María y Lázaro. En otro momento, dice expresamente que los discípulos eran sus amigos: “nadie tiene mayor amor que este, que es poner su vida por sus amigos” (Juan 15: 13-15).

¿Alguna vez pensaste que podías ser amigo(a) de Dios? Ten por seguro que Jesús te está esperando para empezar una relación de amistad con Él, para correr olas como amigos y empezar a caminar juntos en la vida y ¡sobre las olas!