Ora Como JesúsSample
Orando humildemente en la voluntad de Dios
A veces nos preguntamos cómo entender las palabras de Jesús en Juan 16:23-24, «Pide y recibirás», y pensamos: «Bueno, pedí, pero no recibí. ¿Que esta pasando?»
Lo que normalmente sucede es que no estamos pidiendo algo que esté de acuerdo con la voluntad de Dios. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Lee tu Biblia. Dios quiere que crezcas, así que ora para que Dios te haga crecer. Dios quiere que ores por tus enemigos, entonces ora por tus enemigos. Dios quiere que ayudes a los pobres, entonces oras por los pobres.
Algunos de nosotros oramos en contra de la voluntad de Dios. Dios no responderá a las oraciones que estén en contra de su voluntad. Si, por ejemplo, está orando para que una pecaminosa relación romántica sea bendecida, o una decisión pecaminosa de negocios para ser bendecida, entonces no estás orando en la voluntad de Dios.
Esas son malas oraciones. Es como pedirle a Dios que te ayude a pecar mejor. No te va a decir que sí a eso. Esas no son oraciones pronunciadas «en el nombre de Jesús». En la oración, Dios cambia nuestra voluntad para alinearla con la suya para que pueda bendecir nuestra petición de acuerdo con sus deseos.
¿Qué significa orar al Padre en el nombre de Jesús? Significa que no estamos pidiendo cosas que vayan en contra del honor de Jesús o que vengan de un lugar de desobediencia a Jesús.
A veces, nosotros personalmente no estamos de acuerdo con la voluntad de Dios. Jesús comparte una fascinante parábola en Lucas 18 acerca de dos hombres que suben al templo a orar. Uno de esos hombres es súper religioso y está muy decidido a crear arte escénico con su oración. Ora con arrogancia y en voz alta en esencia: «Te agradezco, Dios, que no soy un perdedor repugnante como todos estos otros tipos». Y se refiere al otro hombre y dice: «Te agradezco especialmente que no soy como este tipo». Y ese tipo tenía que estar pensando, «Oye, espera un minuto».
Toda la oración de este tipo se trata de lo maravilloso que cree que es y de lo mejor que es de los demás. Al leer su oración, es mucho de yo, yo, yo y yo, yo, yo.
Pero la oración del otro hombre consiste simple, sucinta y humildemente en esto: «¡Dios, ten misericordia de mí, un pecador!» Es honesto acerca de su estado delante de Dios. No busca la aprobación de la gente; busca la ayuda de Dios.
Jesús dijo: «Les digo que este hombre bajó a su casa justificado, antes que el otro. Porque todo el que se enaltece será humillado, pero el que se humilla será enaltecido».
Ese tipo no oró mucho y no oró como un experto. Pero oró con respeto y humildad, y Dios honró su oración.
Algunos de nosotros a veces oramos por las personas de una manera muy arrogante. «Señor, ayuda a esta persona a aprender tanto como yo». «Señor, haz que esta persona vea las cosas como yo las veo». «Señor, muéstrale a esta persona lo grandioso que soy».
Esas son oraciones horribles y arrogantes.
Dios honra un corazón humilde, así que ora con humildad, reconociendo que tu eres un pecador salvado por la gracia, que Dios tiene el control y tu no, y que ninguna cantidad de justificación propia o desempeño en tu oración te dará ningún merito. Dios es bueno y no necesitamos manipularlo para que sea bueno. Dios es impresionante, pero nosotros no le impresionamos.
Reflexión:
1. Antes de que pases tiempo en oración hoy, comienza por preguntarle a Dios si tus deseos y peticiones están en línea con su voluntad para ti. Entonces, solo ora por aquellas cosas que estás convencido que son la voluntad de Dios para ti.
2. Dedica un tiempo hoy en oración enfocado en pedirle a Dios que perdone cualquier pecado en tu vida. Ora también por las personas religiosas que te han causado dolor y daño, para que Dios también los perdone.
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About this Plan
Ora Como Jesús, es un viaje Bíblico de 21 días diseñado para explicar cómo la oración habla a tu Padre Celestial, a través de las enseñanzas y vida de oración de Jesús. Como Jesús explora qué es la oración, quién es Dios Padre, cómo debemos orar, por qué debemos orar y cuándo y dónde debemos orar. Con pasos prácticos para construir una vida de oración como la de Jesús.
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