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Getsemaní parte 3: Orar contra la tentación

Jesús nunca tuvo que orar pidiendo perdón ya que Él no pecó, pero eso no significa que no haya sido tentado. Todos somos tentados, pero al igual que Jesús en el desierto durante 40 días siendo constantemente tentado por Satanás, no tenemos que ceder.

Con demasiada frecuencia actuamos de acuerdo con nuestra carne o insensatez y luego oramos nuestras disculpas (¡lo cual si debemos hacer!), Pero es mejor orar de manera preventiva, guardando nuestros corazones contra la tentación y pidiendo sabiduría a Dios.

En Mateo 26:41, Jesús dice: «Velen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil».

Nosotros sabemos que tenemos puntos débiles, lugares en los que nos alejamos de la voluntad de Dios. Todos tenemos diferentes apetitos. Sexo, comida, alcohol, dinero, ira, trabajo, etc. Deberíamos estar orando para que Dios nos fortalezca en esas áreas, nos ayude a satisfacer esos apetitos de manera piadosa y correcta, y que nos aleje de las personas, los lugares y los pensamientos que nos tientan a satisfacerlos de maneras pecaminosas.

Orar por adelantado nos protege contra nuestra carne y nuestra insensatez. Este patrón de oración ofensiva, antes de que se pierda la batalla, se encuentra comúnmente en el libro de los Salmos. Página tras página, se registran oraciones ofensivas. Están escritas por personas en el crisol de su vida, temerosos por sus vidas, agotados, bajo asedio y cansados.

En este tipo de oraciones, el pueblo de Dios se recuerda a sí mismo del poder y la fuerza de Dios, y las formas en el pasado cuando Dios liberó a su pueblo. Los ejemplos frecuentes incluyen el día en que Dios aplastó a los opresores en Egipto y liberó a su pueblo de la esclavitud a la libertad con el poder de su mano.

Este tipo de oraciones ofensivas son realmente de lo que se trata la guerra espiritual. En medio de una batalla por nuestra vida y alma, la oración ofensiva nos recuerda quién es nuestro Rey y lo invita a fortalecernos y defendernos. Aunque los niños pequeños arrodillados junto a su cama orando con su abuela pueden no parecer soldados, de hecho están en guerra en el ámbito espiritual.

Este es el tipo de oración que el Señor Jesús te pide que hagas–oraciones ofensivas contra la carne y la insensatez antes de que la batalla se pierda. Por lo tanto, es útil ser honesto sobre las maneras y los momentos en que eres más vulnerable a la carne y la insensatez. Entonces, puedes orar ofensivamente por adelantado y luchar contra tu carne y tu insensatez por el poder del Espíritu de Dios, como lo hizo Jesús.

Reflexión:

1. ¿Qué área(s) de tu vida son en las que eres más débil, más vulnerable, o más fácilmente tentado? Dedica un tiempo hoy en oración a confesarle a Dios esas áreas, pedir perdón por las maneras en las que hayas caído en el pasado.

2. También, invita a Dios el Espíritu Santo a ayudarte a practicar el dominio propio y la auto-disciplina cuando esas tentaciones aparezcan.