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La oración sumo sacerdotal parte 2: Ora por los cristianos

Después de orar por sí mismo, Jesús procede a orar por sus seguidores que llegarán a creer en él como Dios y posteriormente traerán las buenas nuevas de Su persona y obra al mundo.

Jesús ora por que seamos guardados:

En nuestra relación con Dios, la maravillosa noticia es que «si fuéremos infieles, Él permanece fiel» (2 Timoteo 2:13). Nuestro Dios es firme como una roca en Su amor, devoción y carácter. Cuando vagamos, Él espera que regresemos y nunca cierra Su corazón hacia nosotros como cristianos. Nuestro Padre nos ama y está completamente comprometido a «guardarnos». Mantenemos nuestra relación con Dios porque Dios nos guarda.

Si tienes una historia dolorosa con algún líder ministerial que abandonó por completo la fe, la historia de Judas está destinada a brindarte claridad. Si tienes un ser querido que se ha alejado del Señor pero crees que es realmente salvo, la historia del hijo pródigo está destinada a traerte consuelo.

Jesús ora por la unidad piadosa sobre la división demoníaca:

Dios obra mediante la unidad y Satanás obra mediante la división. No hubo división hasta que Satanás decidió independizarse, rebelarse y causar división al reclutar ángeles para convertirse en demonios en un intento de golpe de estado. En la tierra, Satanás continúa reclutando seres humanos para unirse a los demonios en su división contra Dios.

Sin embargo, unidad no significa uniformidad. Como cualquier familia, la familia de Dios tiene mucha diversidad. Los diferentes cristianos pueden tener diferentes métodos sobre cómo vivir sus vidas mientras mantienen la unidad en los principios detrás de ellos. En la familia de la iglesia, esta unidad debe ser teológica (lo que creemos), relacional (cómo amamos), misional (lo que hacemos) y organizativa (cómo coexistimos). La iglesia es una gran familia y, como cualquier gran familia, la unidad tiene que ser la prioridad y viene con un costo.

Jesús ora por nuestro gozo:

Las siguientes palabras de Jesús en esta parte de la oración son sobre el gozo. En pocas palabras, la vida de un cristiano, como la vida de Jesús, no siempre está marcada por una gran comodidad, riqueza, salud, o sencillez. Sin embargo, está llena de la presencia de Dios y del propósito de Dios, de modo que todo lo que tenemos, hacemos y soportamos puede y será usado para glorificar a Dios y beneficiar a otros como lo fue con Jesús cuando fue a la cruz.

Nuestro gozo no se encuentra, entonces, en nuestro estado actual en el mundo (ese lugar de pecado y rebelión contra Dios), sino más bien en la presencia y el poder de Dios en nosotros aún mientras estamos en el mundo. Por esto, nos regocijamos porque, para el cristiano, este mundo está lo más cerca del infierno que jamás podremos estar, y ya casi estamos en el cielo.

Jesús ora por nuestra protección:

El mundo está marcado por los efectos dañinos del pecado, el dolor y la muerte. Una de las mentiras más poderosas del diablo es decirnos que el gozo está en el mundo. Cuando te conviertes en cristiano, lo que era tentador en el mundo ahora te parece trágico. Lo que solías disfrutar ahora te avergüenzas. Lo que solías presumir ahora lo lamentas. Para lo que solías asistir a los desfiles, ahora tienes funerales. Cuando Dios te cambió, tu relación con el mundo cambió y no quiere que vuelva a ser como antes.

Jesús ora por nuestra misión:

Jesús nos ayuda a descubrir cómo ser buenos misioneros con sus palabras sobre estar en el mundo pero no ser del mundo. Cada área del mundo necesita misioneros, y todos los cristianos deben ser misioneros. Jesús ama a las personas perdidas que se cruzan en nuestros caminos y nos envió para llevarles Su amor.

Por esta razón, todo cristiano debe amar a las personas, servir a las personas e interactuar con las personas. Parte de nuestra misión en todos los rincones del mundo y sus contextos, significa escuchar a las personas, mostrar empatía, leer la literatura, golpear el pavimento cultural, incluso comprender el entretenimiento. Queremos comprender a las personas porque así podremos ayudarlas mejor.

Es asombroso considerar que en uno de los días más oscuros y difíciles de Jesús, se detuvo a orar por ti y por el resto de los cristianos. Aún más asombroso, Jesús continúa orando por nosotros y lo está haciendo ahora mismo. Jesús «puede salvar perpetuamente a los que se acercan a Dios por medio de él, ya que vive siempre para interceder por ellos», porque «Cristo Jesús es el que murió, y más aún, el que resucitó, que es a la diestra de Dios, el cual intercede por nosotros» (Hebreos 7:25, Romanos 8:34).

En este momento, Jesús es consciente de lo que estás pasando, incluidas las esperanzas que tienes, las cargas que llevas y los temores que enfrentas. En este momento, Jesús está hablando con el Padre y el Espíritu junto con los ángeles y otros seres divinos acerca de ti, mientras intercede por ti. La oración del Sumo Sacerdote continúa en cada momento de cada día y debe ser un estímulo increíble que eres amado, están orando por ti y que alguien se quede despierto toda la noche preocupado por ti e intercediendo por ti.

Reflexión:

1. Actualmente ¿Oras por los cristianos? ¿Cómo puedes mejorar en esta práctica?

2. ¿Estás viviendo de una manera unificada con tus compañeros de creencia? ¿Cómo?

3. ¿Eres un buen misionero? ¿Qué puedes aprender de Jesús sobre vivir en misión donde Dios te ha puesto?