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¿Cómo oró Jesús? Parte 2

La vida terrenal de Jesús fue perfecta, lo que significa que solo él tiene la vida de oración perfecta. Por lo tanto, no hay mejor manera de aprender sobre la oración que aprendiendo de la vida de oración de Jesús.

Jesús oró oraciones largas

No necesariamente oraba largas oraciones en público, pero Jesús pasaba mucho tiempo en privado orando con el Padre. Lucas 6:12 nos da un ejemplo: «En estos días salió al monte a orar, y toda la noche estuvo en oración a Dios».

En el fuego de la batalla espiritual, Jesús recorrió la distancia. Oró toda la noche. Se estaba enfrentando a la decisión de qué hombres elegir como discípulos. Eso es un asunto serio.

Muchas (quizás la mayoría) de las veces debes orar de manera breve, pero hay muchas ocasiones en las que lo mejor que podemos hacer tú o yo es estar solos y recorrer la distancia en oración. Si te enfrentas a una crisis o la inminencia de una decisión importante en la vida, te animo a que pases mucho tiempo a solas en oración.

Antes de casarme con mi esposa Grace, oré larga y fuertemente. Antes de tomar decisiones importantes sobre la vida y el ministerio, ambos hemos orado mucho juntos y solos. En estos tiempos, Dios nos ayuda a procesar nuestros pensamientos, enfocar nuestros deseos y llegar a tener claridad en su voluntad para nuestras vidas para que podamos movernos juntos con confianza.

Jesús hizo oraciones de agradecimiento

Quizás la oración más común que hizo Jesús fue una oración de agradecimiento. Si estás interesado en aprender a orar como Jesús, no se me ocurre mejor hábito de oración para comenzar que, como Pablo instruye en 1 Tesalonicenses 5:18, dar gracias en todas las circunstancias.

Aquí hay un ejemplo de la vida de oración de Jesús, que se encuentra en Mateo 11:25-26: «En ese momento Jesús declaró: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños pequeños; sí, Padre, porque tal fue tu misericordiosa voluntad”».

En este caso, Jesús está agradeciendo de manera breve pero profunda al Padre por la revelación llena de gracia de sí mismo hacia nosotros. Es una oración de adoración, una oración teológica y una oración profunda, pero es, ante todo, una oración de agradecimiento.

¿Quieres comenzar a tomar impulso en su vida de oración? Tal vez deberías comenzar por preguntarte: «¿Por qué debo agradecer a Dios?» Las respuestas a esta pregunta son infinitas, así que comienza y no te detengas.

Cuando haces eso – mientras lo haces – se construye dentro de ti esperanza, anticipación y expectativa. Te hará un buscador de Dios y un dador de gracia. Abrirá tu corazón para buscar razones para agradecerle a Dios y abrirá tu corazón con alegría por sus muchas provisiones.

Las personas agradecidas son personas de oración.

Jesús oró con su último aliento

En Lucas 23:46, leemos: «Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y habiendo dicho esto, exhaló su último suspiro». La oración final de Jesús en el momento de la muerte fue una increíble declaración de sumisión al Padre. En este momento, Jesús dedica su último aliento a la gloria de Dios.

Mi oración para ti y para mí es que, como culminación de una vida vivida en honor a Dios, honremos a Dios con nuestro último aliento. Que el nombre del Señor esté en nuestros labios en las últimas palabras que pronunciemos. No maldiciendo ni negociando, sino sometiéndote a la voluntad del Padre y alabando su gloriosa gracia. Para prepararnos para ese día, debemos estar en oración todos los días, ya que realmente no sabemos cuándo será nuestro último día.

Reflexión:

1. Proponte hacer una oración corta cada vez que suceda algo por lo que esté agradecido en este día. Observa si esto no mejora tu actitud y también fortalece tu vida de oración mientras continúas con este hábito en los días y meses venideros.

2. ¿Hay algo doloroso o atemorizante en tu vida en este momento por lo que necesites pasar más tiempo con Dios en oración para trabajar con un procesamiento emocional más profundo? Si es así, ¿Cuándo y cómo tomarás este tiempo importante para encontrarte con Dios?