Blending a Family - Oficio religioso de 40 díasSample

  

Día 11

Oficio religioso

Vivir una Vida de Perdón

Conocemos el dolor y la devastación de tener relaciones dañadas y rotas. Dios sabía que lo ofenderíamos y nos ofenderíamos mutuamente. 

El nuevo Compromiso de Jesús nos dice que amemos a nuestros enemigos y hagamos el bien por ellos. Dios ha perdonado la deuda que no podíamos pagar. Cuando nos negamos a perdonar, hacemos responsables a los demás.

Las relaciones prosperan cuando perdonamos a los demás como queremos que nos perdonen. Muchos de nosotros hemos luchado con el no poder perdonar. Evitar o tolerar no es perdonar.  En el perdón, liberamos al que nos hizo daño y no esperamos nada de él, ni siquiera una disculpa. El perdón puede brindar una oportunidad para restaurar una relación. 

Pasos para vivir una vida de perdón:

1. El perdón es un proceso. Lleva tiempo, y el Espíritu Santo nos ayuda. 

2. Definamos el dolor que causa que no podamos perdonar. 

3. Intentemos comprender a la persona que nos hizo daño. Nos juzgamos por nuestras intenciones, pero juzgamos a los demás por sus palabras o acciones.

4. Las personas con el corazón dolido causan dolor a otros. 

5. Pidámosle a Dios que nos deje ver a quien nos ofende a través de Sus ojos. Jesús murió para perdonar a todos.

6. Tal como Dios separa nuestros pecados de nosotros, debemos separar la ofensa de la persona que nos ofende. Las personas buenas hacen cosas malas; todos cometemos errores.

7. Poner nuestros sentimientos por escrito nos puede traer claridad y sanación.

8. Dejemos de hablar negativamente o de difamar. Recemos por la salvación y bendiciones para ellos. Hablemos con la persona que nos ofendió, si es posible.

9. Permitámonos llorar.

10. Miremos hacia adelante. Dios solo habla de planes para nuestro futuro.

Al cambiar nuestros pensamientos, cambiamos nuestros corazones. 

Sugerencia

Hagan una lista de relaciones tensas en su vida. Por cada una, indiquen si están evitando, tolerando o perdonando. 

Ejercicio

Encuentren un amigo que represente a la persona que les hizo daño. Mírenlo a los ojos y libérenlo de esta manera:

“(___nombre___), no sé por qué (describan cómo les hizo daño), pero me hirió mucho. Estoy cansado/a de tener pensamientos negativos cuando pienso en ti, me agota. 

Hoy, elijo perdonarte, aunque no me lo pediste. No espero nada de ti, ni siquiera una disculpa. Le pido a Dios que te llene de bendiciones. Le pido al Espíritu Santo que selle mi perdón con su amor y poder”.