Blending a Family - Oficio religioso de 40 díasSample

  

Día 10 

Oficio religioso 

Comportamiento Redentor en el Matrimonio

En los varios años que llevamos en el ministerio del matrimonio, hemos conocido gente que cree que su cónyuge tiene grandes problemas (que arrastra) de su pasado. Todos tenemos excentricidades que provienen de nuestro pasado. Sin embargo, muchos han llegado a la conclusión de que la única solución que tienen para llevar una vida feliz es el divorcio. 

El divorcio casi nunca es la elección de Dios, sino la elección de un esposo y/o una esposa que ha sufrido mucho a manos de su familia, que tiene expectativas irreales, o que han perdido toda esperanza de salir adelante.  En nuestros primeros años, nuestro sufrimiento pasado causó que nos enojáramos e hiciéramos daño mutuamente. Tuvimos dificultades porque no nos estábamos sirviendo el uno al otro.

El plan de Dios para el matrimonio

Todos los matrimonios deberían imitar la relación que Jesús muestra con Su iglesia (nosotros). Dios nos redime a través de Su Hijo Jesús. Promete devolver a Sus preciados hijos y ansía tener una relación personal con nosotros.  Dios es para nosotros. No es nuestro enemigo. Nuestro cónyuge y otras personas no son nuestros enemigos.

Los matrimonios hermosos ocurren cuando ambos cónyuges demuestran un mutuo comportamiento redentor.

¿Cómo hacemos para mostrar el comportamiento redentor? Aquí tienen tres ejemplos:

•  Cuando me enteré de que a Paige la habían criticado durante años porque decían que era fea, comencé a decirle palabras de aliento y afirmar continuamente que para mí es hermosa.
• Cuando Paige se enteró de que yo había sido víctima de bullying cuando era pequeño, comenzó a afirmar las fortalezas que ve en mí, y lo sigue haciendo.
• Al enfocarnos en las fortalezas del otro, reemplazamos los actos de enojo y frustración con actos de bondad mutuos. 
• El Espíritu Santo quiere que nuestras palabras y acciones ayuden a deshacer daños, redimir y restaurar a nuestro cónyuge y nuestros hijos. Incluso si su cónyuge no está dispuesto a cambiar, los cambios en uno pueden cambiar la intimidad familiar.

Sugerencia:

En lugar de enfocarse en los defectos de su cónyuge, vea las fortalezas que aportan a sus debilidades. Dígale a su cónyuge las fortalezas que ve en él o ella. Deje notas o tarjetas, o dígaselo verbalmente. Recen juntos y uno por el otro todos los días.

Nuestra oración para ustedes:

Espíritu Santo, gracias por Tu presencia y sabiduría en los corazones de cada familiar. Gracias por la redención, restauración y las bendiciones divinas que les traes. Imparte Tu carácter de compasión y bondad en sus corazones, ¡en el Poderoso Nombre de Jesús!