Blending a Family - Oficio religioso de 40 díasSample

  

Día 16

Oficio religioso

¿Viven con Culpa o Vergüenza?

Muchas personas que han experimentado una rotura en sus relaciones mediante un divorcio o la muerte de un cónyuge se enfrentan a muchos sentimientos abrumadores. 

Observemos los sentimientos de culpa o vergüenza.

Podemos sentir culpa por nuestra parte en el deterioro de una relación, o al ver el efecto sobre nuestros hijos (niños que reaccionan a la separación del hogar, que arman bolsos para visitar al otro padre biológico, posibles cambios de vivienda, escuela, amigos, etc.). 

La culpa puede provenir de convertirse en padre de medio tiempo, la pérdida de la influencia parental con los hijos, la pérdida de un hogar, su estado financiero u otras razones.

Una persona que sufre una pérdida a causa de la muerte podría sentirse culpable al observar los cambios en la vida que podrían estar experimentando sus hijos.

Dios creó nuestras emociones. La emoción de culpa es una advertencia de que algo no anda bien, y para ayudarnos a corregir nuestro problema o comportamiento. La culpa está relacionada con lo que hicimos o no hicimos.

Hemos visto a adultos de hogares fracturados intentar ayudar a los niños a sobrellevar la situación evitando aplicar disciplina, o permitiéndoles a los niños tomar sus propias decisiones.

La vergüenza se da cuando internalizamos un fracaso y creemos que somos una mala persona. Nuestro adversario el diablo, que viene a robar, matar y destruir, toma la emoción de culpa de nuestra pena, comportamiento inadecuado o errores y nos convence de que nosotros “somos” ese error. Lleva una consciencia culpable (vergüenza) a nuestro corazón, lo que fomenta un sentimiento de indignidad o falta de mérito.

Dios nos perdona y nos restaura de nuestros traumas, nuestras pérdidas y nuestros errores. Y nos ayuda a navegar los cambios generados por un fracaso o una pérdida.

Sugerencias:

Si sienten culpa, pídanle perdón a Dios y perdónense a ustedes mismos. 

Reciban la restauración y la vida abundante que Jesús vino a darles.

Mírense al espejo y recuérdense que son la creación de Dios.

Nuestra oración para ustedes:

Dios Todopoderoso, te pedimos que cuides a todos los familiares que han experimentado pérdidas y fracturas. Jesús vino a sanar los corazones rotos. Lleva Tu curación y plenitud a sus vidas en una mayor medida que nunca antes. Gracias Señor por Tu trabajo, “consumado es”, de Tu muerte y resurrección. ¡La vida en Ti es más brillante que el mediodía! Restáurales todo lo que han perdido, y gracias por librarlos de culpa y vergüenza. ¡Gracias Señor!