Palau, Una Vida ApasionadaSample
Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. Hebreos 12:2
Al mirar atrás en tu vida cuando está por terminar, te haces preguntas difíciles. ¿De qué me lamento? ¿Qué haría de manera diferente?
Aunque me lamento de las muchas tonterías y pecados que cometí, no lamento haber desperdiciado mis años, desde el tiempo en que era un niño, por el bien de la Buena Noticia. Si se me dieran mil vidas, las dedicaría todas al mismo llamado. Estoy sumamente feliz de haber vivido de esa manera.
En estos días, he estado pensando mucho en la cruz. El cáncer ha puesto el fuego debajo de mí (¡como si ya no estuviera allí!). Me ha convertido en un santo fanático respecto al tema de la cruz.
La cruz de Jesús ha sido el centro de todo. Debe ser el centro de todo. Debe ser mi enfoque supremo, el centro de mi vida. Debe ser el centro de tu vida. Debo verme a la luz de la cruz y recordar que no soy nada sin Jesús.
Si un hombre indeciso es inestable, un hombre enfocado es estable en todos sus caminos. Fiel hasta el final. ¿Qué sucedería si estuviéramos enfocados de manera fija en la cruz de Jesús?
Cuando se predica la cruz de Cristo vienen grandes avivamientos. La cruz pone todo en su enfoque correcto. Su cruz es el centro de todo lo que es bueno en el mundo.
La cruz pone todo en su enfoque correcto. Su cruz es el centro de todo lo que es bueno en el mundo.
Luego de mi diagnóstico, el Señor dulcemente señaló maneras simples en las que me había vuelto autocomplaciente. No me estaba rebelando en pecado, ni me había apartado conscientemente de Él. Pero como las barcas en Galilea, todos podemos deslizarnos si no avanzamos.
No importa cuán dedicado estés a la causa de Jesús, si te vuelves descuidado en tu intimidad personal con el Señor, tu relación pierde su potencia. No estás destruyendo nada, pero te pierdes una oportunidad de plenitud en la vida de Dios. Pierdes el sentido de creatividad que proviene de una relación vibrante. Puede ser pecado, pero en mi caso era simplemente descuido. Había perdido la manera deliberada de hacer las cosas, y ese era el problema.
Si había dado por sentado a Dios, aunque fuera un poquito, el cáncer se llevó por completo ese lujo. Necesitaba a Dios con desesperación. Sentía esa necesidad en el centro de mi ser. Y Él estaba allí para mí.
Hebreos me trajo de vuelta a una sensación de paz y acalló con el gozoso peso de la cruz de Cristo todas las voces rivales. La obra pasada, presente y futura de Cristo a mi favor parecía concentrarse en un punto láser. La vida en medio de la muerte. Él lo soportó todo, y aun ahora me representaba delante del Padre.
Sentí que mi esperanza se renovaba al abrazar esto en mi corazón, no tan solo en mi cabeza, con mayor profundidad de lo que jamás lo había hecho. Hebreos 2:14-15 traspasó mi corazón con gozo...
«... para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre» (RVR1960) Hebreos 2:14-15
Jesús, a través de la muerte, destruyó el poder de la muerte sobre nosotros. Solo Su victoria puede librarnos y llevarnos a la vida verdadera. ¿No son estas buenas noticias?
Necesitas aferrarte a esa cruz, deleitarte en el Señor y comenzar a soñar grandes sueños para Él. No para ti. Hemos sido librados de nuestros temores más profundos porque Jesús fue más profundo que la muerte misma.
Concéntrate hoy
¿Tu relación con Dios ha perdido su potencia? ¿Su intensidad? ¿Te has sentido disperso y dividido?
Fija tus ojos en Jesús hoy, sin importar lo que estés experimentando. Él está vivo en nosotros. Él hace que todo adquiera su justa perspectiva. Vuelve a descubrir hoy la frescura y el poder de una relación con Jesús enfocada y deliberada.
Fijo en Él.
– Luis Palau
Scripture
About this Plan
Una vida apasionada es una colección de principios que nos guían, de uno de los evangelistas más respetados de nuestros días, encenderá en tí la fe ardiente para vivir las buenas nuevas de Jesucristo.
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