Palau, Una Vida ApasionadaSample
Tenemos una semana para estar juntos y oro para que sea un refrigerio para tu alma. Quiero que sientas que has llegado a conocerme —a conocerme tal cual soy— y a conocer a Jesús a través de mi historia.
Me mostrarás el camino de la vida, me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre. Salmo 16:11
Aquí es donde comenzamos: deleitarse. Los mejores períodos de mi vida fueron aquellos en los que realmente tan solo me deleité en el Señor. Él es el Padre amoroso, el Maestro amable, Aquel con la mayor paciencia que jamás podríamos imaginar. Gozo, bendición plena, risa: estas son las marcas distintivas de nuestra relación con Dios.
Es posible obedecerle y servirlo sin deleitarnos en Él. Es posible olvidar que el punto crucial de todo esto es el siguiente: hemos recibido buenas noticias de un Dios bueno. El gozo verdadero e imperecedero proviene solo de deleitarnos en Su presencia. Y cuando nos olvidamos de deleitarnos, una oscuridad insidiosa se escabulle y enfría nuestro gozo.
El gozo verdadero e imperecedero proviene solo de deleitarnos en Su presencia.
Nuestra cultura actual se enfrenta a desafíos monumentales. ¿Por qué hay tantos jóvenes que luchan contra la depresión? Tendrían que estar divirtiéndose, experimentando su libertad. Sin embargo, muchísimos están medicados porque los acosa el espectro muy real de la depresión. ¿Qué les ha impuesto esta carga? ¿Por qué nos estamos divorciando a tasas tan altas, trayendo miseria, complicaciones financieras y profundo dolor a las familias? ¿Qué está sucediendo?
Podríamos seguir y seguir con los sufrimientos de nuestros días. Debe de existir una salida. Si el Señor puede salvarnos del infierno, ¿no puede salvarnos también de las presiones de esta vida? Tal vez no las quite, pero puede darnos la fortaleza para soportarlas, como dice el Salmo 37:23: «El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida».
¿No podemos decidir vivir el día de hoy y hacerle caso omiso a lo que piensan los demás? ¿No podemos escoger el gozo y una vida fiel en Jesús?
Cuando nos deleitamos en el Señor, Él pone deseos en nuestro corazón que planea satisfacer de todos modos. Los deseos de nuestro corazón se convierten en los deseos del corazón de Dios. Las cosas superfluas, carnales y egocéntricas desaparecen. Te concentras en el deleite.
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Salmo 37:4.
Estoy a pocos meses, tal vez semanas, del cielo. Lo único que se me ocurre decir es: «Acércate a Dios». Deléitate en Él. Permite que la corriente de la obra del Espíritu Santo te lleve al corazón del Padre. En ti mora la vida de Cristo, que intercede por nosotros. ¡Qué asombroso es esto! El temor rancio y pegajoso de la muerte disipa esa frescura. Porque si Cristo me ha dado Su vida aquí en nuestro mundo caído, y si ha ascendido y se encuentra ahora intercediendo por mí en el cielo, ¿no será fiel a Sus promesas de llevarme a salvo al hogar consigo? ¿No me llevará a la presencia del Padre, ante cuya diestra hay gozo para siempre? ¿No me permitirá hallar en Él el hogar que siempre anhelé?
Sigo siendo llamado al deleite de Dios. ¿Te estás deleitando en Él? ¿Estás cerca de Aquel que ha derrotado el poder y el temor de la muerte? ¿O sigues bajo la esclavitud del temor a lo desconocido? Vuélvete a Jesús. Él está esperando para guiarnos por el valle de sombras y sacarnos a Su luz gloriosa.
La suave vocecita dice: Quédate, Luis. Conóceme un poquito mejor.
Entonces, trato de obedecer. Me siento. Escucho la lectura de la Palabra como no lo he hecho en años, con una frescura que ha recibido profundidad por saber que mi fe pronto se convertirá en vista. Escucho con atención y personalmente, no solo para enseñar a otros sino para recibir enseñanza yo mismo.
Deléitate hoy
Dios quiere encontrarse contigo hoy. No ayer, que ya es un recuerdo, ni mañana, que es un misterio. ¿Le darás lugar al deleite hoy? Siéntate. Aquiétate. Abre la Palabra. Dale las gracias a Él. Oro para que hayas experimentado el gozo de Dios que te llena una vez más.
Mientras me deleito en Él.
– Luis Palau
Scripture
About this Plan
Una vida apasionada es una colección de principios que nos guían, de uno de los evangelistas más respetados de nuestros días, encenderá en tí la fe ardiente para vivir las buenas nuevas de Jesucristo.
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