Rapsodia de Realidades (Noviembre de 2018)Sample

  

25   Pastor Chris

LA EXPRESIÓN DE SU VIDA ETERNA EN TI

A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria (Colosenses 1:26-27). 

Aunque muchos la catalogan como una de las múltiples religiones del mundo, el cristianismo no es una religión. La religión describe el insaciable deseo del hombre de relacionarse con un ‘Dios’ que cree que existe en algún lugar; así como su reverencia para con ese ‘Dios’, quienquiera que sea. La conducta de las personas religiosas retrata sus pensamientos y percepción sobre este ‘Dios’, que buscan y quieren entender. ¡Pero el cristianismo es completamente diferente!

En el cristianismo, el hombre no busca a Dios; sino que es trasladado a una relación viva, y a una íntima comunión con Dios. El cristianismo es Cristo en ti. El cristianismo es la vida y la manifestación de Cristo en y a través de ti. Dios nos ha dado una vida triunfal en Cristo Jesús; y el cristianismo es vivir esa vida trascendente en Cristo. El cristianismo es la revelación de la Palabra viva en una persona humana.

Mientras que todo esto no se convierta en una revelación personal en tu vida, y no lo comprendas de una manera vital, tu vida cristiana no será más que la sombra religiosa de la letra de las escrituras. Ser hijo de Dios significa que tienes la naturaleza de Dios en tu espíritu humano. Un cristiano es la manifestación de la justicia de Dios, la expresión y el resplandor de su gloria. ¡Aleluya!

Un cristiano es alguien que ha sido literalmente engendrado de Dios; es un hijo nacido de Dios. Es la ‘humanidad’ de Dios. Un cristiano tiene y vive la vida eterna de Dios en la tierra. En el sentido real, el cristiano es un ‘dios’. Salmos 82:6 dice: "Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo”. Somos hijos del Altísimo, porque “no somos engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:13). Ésta es la razón por la cual las enfermedades y las dolencias no pueden ni deben enseñorearse de tu cuerpo.

Eres un participante de la naturaleza divina; y esa naturaleza no puede verse corrompida ni contaminada por enfermedades o cosa alguna que sea de las tinieblas, porque es la naturaleza misma de Dios. Esto es el cristianismo: es la obra de la divinidad - la vida de Cristo, en ti. ¡El cristianismo es la práctica de lo celestial en la tierra! ¡Aleluya!

Confesión

Soy la morada de Dios. En Él vivo, me muevo y soy. Yo soy portador de verdades eternas, y participante de la naturaleza divina. Yo tengo la capacidad de efectuar cambios positivos en mi mundo, porque el más grande vive en mí. ¡Gloria a Dios!

Estudio Más Amplio

1 Juan 4:4 

1 Juan 5:11