«Una fórmula esencial: confiar y obedecer»Muestra

«Una fórmula esencial: confiar y obedecer»

Después de un acto, que fue tanto humilde como liberador, Dios me dio muchas otras palabras proféticas para Scott y The Oaks. De hecho, estaba a punto de llamarme a un nivel de obediencia superior. Pocos días después de dicho acto, el sábado por la tarde, llamé a Scott y le pregunté si podía pasar por su oficina. Sentí que el Señor quería que continuáramos nuestro diálogo anterior. Llegué y me dirigí a la oficina de Scott. 

Tan pronto como llegué, inmediatamente comenzamos a orar. Después de un tiempo de oración, le dije: «Scott, si mañana le das un minuto a Dios, Él cambiará las cosas, cambiará las cosas realmente en maneras que no podrás entender. No tengo ni idea de cómo será, pero sé que tienes que estar dispuesto a intentarlo. ¿Estás dispuesto a confiar en Él?»

Scott me miró. Los dos sabíamos la seriedad del momento. Era algo muy importante. Dios pedía más de nosotros, una rendición completa. Ninguno de nosotros sabía lo que realmente significaba el cambio. Scott es muy organizado. Los servicios en The Oaks se preparan excepcionalmente bien. Se mide el tiempo para cada detalle de la reunión y éste funciona como un reloj. Las personas suben y bajan de la plataforma coordinando cada elemento del escenario, luces, sonido y efectos especiales. Hay una gran cantidad de elementos que dependen de otros en cada culto. Renunciar a un solo segundo de control afectaría a muchas personas. Yo podía sentir todos esos detalles girando alrededor de la cabeza de Scott y me preguntaba: ¿confiará Scott en Dios para todo esto?

Scott me miró y me di cuenta de que había tomado su decisión. Su rostro estaba endurecido como el pedernal y me dijo solemnemente y con confianza: «John, estoy abierto a lo que Dios quiera hacer. Sus caminos son mucho mejores que mis caminos. Él sabe mucho más de lo que yo sé. Esto es una prueba… una oportunidad. Estoy abierto».

Este devocional es un claro desafío a confiar y obedecer, habla del valor de un hombre “Scott” para implementar los cambios y de la forma en que cada pastor, cada ministro, cada hijo de Dios puede confiar y obedecer al Espíritu de Dios para transformar radicalmente sus vidas en todos los aspectos.