«La Oración Del Señor»Muestra

«No nos dejes caer en tentación»

En la segunda parte de la oración, Jesús comienza con dos peticiones personales: provisión para el presente y perdón por el pasado. En la tercera petición, Jesús nos enseña a pedir por protección para el futuro. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia enseña que hay seres espirituales que no se ven y están a nuestro alrededor. Hay ángeles dirigidos por Miguel y demonios dirigidos por Satanás, comprometidos en una batalla espiritual cósmica. Los demonios se oponen a Dios en todas las formas y están para destruir tu alma y arruinar tu vida.

Muchos cristianos ignoran esta batalla espiritual. Ellos son muy sofisticados para tales cosas y prefieren dejar esta realidad de lado. Pero no Jesús. Él no ignora la furiosa batalla alimentada por odio y orgullo, y en el momento preciso, Él peleó valientemente la batalla. Quizá la mejor declaración sobre el balance en la guerra espiritual fue dada por C.S. Lewis, autor inglés, en el prefacio de su libro «The Screwtape Letters» [Cartas del diablo a su sobrino], «Hay dos errores iguales y opuestos, en los cuales nuestra carrera puede caer acerca de los demonios. Una es no creer en su existencia. La otra, es creer y sentir un excesivo e insano interés en ellos. Ellos por sí mismos se complacen por los dos errores y claman a un materialista o mago con el mismo deleite».

Es digno de notarse, que en el único ejemplo de oración que Jesús nos dio y quedó registrado en las Escrituras, uno de los tres requerimientos que se hacen a Dios, concierne a la batalla espiritual. Esto sugiere, que en el cometido de la oración, la batalla es importante y debería ser una parte significativa de nuestra vida de oración diaria. Pelea la batalla. En la fortaleza de Cristo, pelea la batalla.