«La Oración Del Señor»Muestra
«Santificado sea tu nombre»
El punto de esta oración es, Señor, que tu nombre sea honrado. Que tu nombre sea exaltado. Señor, que tomes todo el honor a tu santo nombre. El espíritu detrás de esta solicitud, es una pasión ardiente por la gloria de Dios. Nuestra preocupación en la oración es el nombre de Dios, no nuestro nombre, la reputación de Dios, no la nuestra. Para los humanos centrados en ellos mismos como nosotros, es más fácil decirlo que hacerlo.
¿Has notado cómo es una oración centrada en Dios? Piensa en las primeras cuatro líneas. Jesús nos enseña cómo orar, y su modelo de oración emana un rasgo llamativo: hacen que tu oración se centre en Dios, no en ti mismo. No está mal traer tus necesidades a Dios. De hecho, es algo bueno. Pero pon el enfoque en la gloria de Dios, no en tus problemas. Si comienzas a orar honrando la gloria de Dios, levanta tu mirada de ti mismo y dirígela hacia Dios. La perspectiva de tus problemas toma el tamaño correcto. Te recuerda que sin importar el tamaño de tu problema, Dios es más grande.
¿Son tus oraciones más centradas en Dios que en ti mismo? Realiza oraciones centradas en Dios.
El reino, es cómo Dios dirige la vida de la gente. No es un reino de un territorio o tierra, sino un reino de seres humanos. Donde quiera que alguien crea en Cristo como salvador y donde quiera que la gente se someta a Él, allí está el reino de Dios. El reino de Cristo no es un reino político, con ejércitos, parlamentos, y edificios en una capital. El reino de Cristo es un reino espiritual, un reino del espíritu. No es un reino visible, sino uno invisible.
No es un reino de fuerza y coerción, sino un reino de amor y gracia. Es un reino, no de palabras sino de poder, el poder del Espíritu Santo. El reino, es una comunidad internacional constituida por gente de toda tribu, lengua, grupo y nación. No hay barreras de raza o género o rango en este reino. Este es un reino de gozo, paz, poder y amor. En este reino, la gente no muere por el rey, Él murió por ellos y entonces Él resucita de nuevo. Y ahora los sirvientes del rey están esparcidos a lo largo de toda la tierra para rescatar gente del reino de las tinieblas. El reino está donde quiera que alguien doble una rodilla ante el Rey Jesús. Pero el reino vendrá a su plenitud, cuando el rey regrese a la tierra. Todo esto oramos cuando decimos, venga a nosotros tu reino. ¡Ven Señor Jesús! Ven y reina en toda la tierra. Reina en toda mi vida.
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesús dejó una oración como enseñanza a sus discípulos, de cómo deberían orar. Cada parte de esta oración del Señor, nos dirige en profundidad a una relación sincera y prometedora con el Padre celestial, amoroso, justo, y cuya gracia nos sostiene. La oración del Señor, será una guía clara del corazón del hijo mostrando cómo llegar al Padre de manera adecuada.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells y a El Centro Network por proporcionar este plan. Para más información de estas organizaciones ingresa a http://www.jeffhwells.com y http://elcentronetwork.com