La Alegría de ServirMuestra

Mi País

Los libros históricos y proféticos del Antiguo Testamento tienen mucho que decir acerca de la relación entre los hijos de Israel y su país. Para los cristianos de nuestros países es un poco difícil determinar cuáles de esas cosas se aplican a nosotros en la actualidad.

Esto es lo que nuestro país no es: no somos el nuevo Israel; los creyentes en Cristo son el cumplimiento de las profecías de la restauración de Israel. No somos el pueblo elegido de Dios; ciertamente Dios ama a este país, pero ha bendecido a muchos otros países también. No somos una teocracia donde las leyes vengan directamente de la Biblia y la orientación directa de las decisiones gubernamentales venga directamente de Dios.

Esto es nuestro país: un lugar ricamente bendecido por Dios; un lugar que goza de muchas libertades espirituales, incluso el derecho a creer y practicar nuestra fe y compartirla con libertad; un lugar ricamente bendecido con recursos financieros para llevar la Palabra más allá de sus fronteras a través de misioneros y medios de comunicación; y el lugar para encontrar la alegría en servir.