La Alegría de ServirMuestra

Mi País: Sométase

Podría parecer que los cristianos pueden ser ciudadanos subversivos. Después de todo, reconocemos un monarca que es superior a nuestro presidente y nuestra primera lealtad es para Cristo. Para nosotros, la Biblia tiene una autoridad mayor que la Constitución del país.

Y sin embargo, nuestro Soberano Celestial nos manda respetar, e incluso someternos al gobierno terrenal. “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (1 Pedro 2:13-15).

Piense en Sadrac, Mesac y Abednego, que trabajaron de buena voluntad al servicio del gobierno de Babilonia, que había destruido a su propio país. Hoy en día muchos cristianos de todo el mundo viven en países cuyos dirigentes comunistas o musulmanes son abiertamente hostiles a la fe cristiana. Una actitud de lealtad y cooperación incluso para con un gobierno con el que tengan profundos desacuerdos, hará que Cristo se vea bien y traerá bendiciones de Dios.

Los cristianos no tienen el mandato de ser revolucionarios sociales, sino de difundir el amor y el perdón de Cristo. Ese proceso se desarrolla mejor si se silencia el habla ignorante de los hombres insensatos.