La niña esclava

¿Te has sentido inadecuada o temerosa de hablar porque sientes que no estás calificada o rechazada? He estado allí. Me he sentido avergonzada de hablar porque me sentía fuera de lugar, que, al igual que mi opinión, no importaba.

La joven niña judía de nuestra lectura fue sacada de su hogar en Israel y de todo lo que le era familiar.  Fue puesta como sirvienta en la familia de Naamán, un alto comandante del ejercito del rey. Pudo haberse sentido avergonzada como esclava, sin derecho a hablar. A pesar de eso, cuando escuchó sobre la lepra de su señor, tenía la solución y sabía que no podía quedarse quieta.

Seguramente, Naamán, un hombre de buena posición, tenía amistades y doctores a quienes acceder con facilidad.  ¿Cómo podía ella, una niña esclava, tener el coraje de sugerir una posible cura?  Aun así, vemos que esta niña sin nombre, sin título médico o gran estatus social tuvo una fe fuerte, dio un paso de valor y le dijo a su señora que había un profeta que podía curar a Naamán.  

Naamán aceptó su consejo y cuando el visitó al profeta, ¡la enfermedad se curó!  

Sólo hay una línea dicha por esta< niña en toda la historia. Aun así, conlleva tanto sobre su carácter.  No sólo fue valiente, sino que sabía que ella creía en el único verdadero Dios. De hecho, una vez que Naamán fue sanado, proclamó que no hay otro Dios como el Dios de Israel. ¿No dirías que esta niña sirvió como un fiel testigo de Dios?  No dejó que su estatus como esclava la frenara de ser poderosa en el reino de Dios.  

¿No es tiempo de dar un paso de valor y avanzar de la sombra de la vergüenza, culpa y soledad?  Eres altamente favorecida, una hija del Dios verdadero.  Deja que tu vida testifique a los que están a tu alrededor y no pienses por un segundo que no tienes las cualidades.

Jesús te calificó cuando murió en la cruz. Tienes sangre real corriendo por tus venas.  Eso te da la autoridad de hablar, no importa quien esté frente tuyo.  Oro para que Dios te de el coraje para ser un agente de cambio para Su reino. 

~Betsy