Gomer

El libro de Oseas en el Antiguo Testamento fue escrito durante un tiempo de prosperidad general, pero hambre espiritual. La gente estaba inmersa en la idolatría.  ¿Qué parte de “No tendrás otros dioses delante de Mí” los israelitas no entendían? Nunca lo entendieron.

Una y otra vez, a través de Sus profetas, Dios les comunicaba cuánto amaba a Su pueblo, cuán afligido estaba porque ellos adoraban a otros dioses y que todo lo que debían hacer era volverse a Él y Él se volvería a ellos. Pero sus corazones estaban endurecidos.

Entonces el Señor le pidió a Su profeta, Oseas, que participe en una lección práctica. Le pidió que “tomara para sí una esposa adúltera”. Oseas obedeció. Eligió a Gomer como su esposa. Algunos escolásticos creen que Gomer fue una prostituta anteriormente que nunca se retiró.

En este punto, si yo fuese Oseas, pienso que hubiese cambiado de profesión.

Con tres niños en el matrimonio, Gomer vuelve a su antiguo estilo de vida.

Dios le pidió a Oseas que la encuentre y la traiga: “Vuelve, ama a esa mujer que tiene un amante y es adúltera".

A este punto, sé que yo hubiese cambiado de profesión.  Pero, Oseas obedeció.

Oseas buscó por las calles a su esposa. Me pregunto si temblaba al doblar en cada esquina...temeroso de lo que podría ver. La Biblia dice que la encontró, a esa mujer que no sólo lo había dejado, sino que había abandonado a sus tres hijos.

Luego la trajo de nuevo por quince piezas de plata y una medida y media de cebada.

Oseas negoció por lo que ya era suyo.

El nombre Oseas significa salvación. Oseas es la representación de Dios. Tú y yo somos la representación de Gomer.

No sé ni la mitad de lo que Dios ha hecho en Su negociación por mí. ¿Cuántas calles caminó?  ¿Cuántas esquinas tuvo que doblar? Pero lo hizo. En mi pecado, negoció por mí por un precio mucho más valioso que quince piezas de plata y algo de cebada. Me compró con la sangre de Su Hijo, Jesucristo.

Quizás te hayas preguntado si no has ido muy lejos, cruzado la línea o hecho demasiado para que el Salvador te ame. Te lo seguro. No lo has hecho.

Oseas amó mucho a Gomer, cuánto más nuestro Dios nos ama a ti y a mí.

~ Binu