Devocional de lucha para hombresMuestra

El lado ciego

A los hombres nos gusta quedar bien, pero no lo es todo para nosotros. La mayor parte de nuestro valor no proviene de las relaciones. Proviene de los logros: ¿Estaré a la altura? ¿Lo hice bien? ¿Gané??

La mayoría de los hombres no quieren fracasar, ni siquiera una vez. Queremos estar a la altura y ser exitosos en lo que sea que intentemos. Por eso no nos gusta jugar si no creemos que podemos ganar. Por lo general es cuando no estamos a la altura de nuestras expectativa, o a las de otro, cuando aparece remordimiento: DESEARÍA haber___. DEBERÍA haber hecho ___. ¿Por qué no he___?

Sansón fue el chico del cartel de la propaganda de una fundación que cumple tus deseos. La tragedia de Sansón fue que falló en todo lo que podría haber sido, si tan solo hubiera estado dispuesto a aprender de sus errores la primera vez. (¿Puedes imaginarlo?). Esto veremos hoy al leer el final de Sansón:

El mayor miedo de un hombre es el fracaso, y su mayor dolor es el arrepentimiento.

¿Alguna ves has fallado? Si respondiste que sí, ¡ánimo! No eres el único

. El fracaso es un suceso, no una persona. No resguardes un fracaso hasta que comience a fermentar en arrepentimiento. Tómalo. Aprende de ello. El dolor puede ser un gran maestro.

No importa lo mucho que te hayas equivocado en tu vida, no hay manera de que lo hayas hecho más que Sansón. ¿Él se avergonzó de sí mismo? Sin duda. Pero hizo algo mucho peor: defraudó a toda una nación. (¿Haz hecho eso? De ser así lo hubieras visto en las noticias). Sansón traicionó sus votos y a su Señor. Dejó que su orgullo y su egoísmo lo descarrilaran una y otra vez, hasta que finalmente, lo perdió todo. Pero aún así, Dios aún no había terminado con él:

"…pero el cabello en su cabeza comenzó a crecer de nuevo…"

Solo porque estés en el suelo no significa que estés fuera. Ni mucho menos. Aún en nuestros fracasos Dios sigue cumpliendo Su propósito. Es a través de nuestras debilidades que Él muestra Su fuerza.

¿Quieres resultados diferentes? Entonces tendrás que hacer algo diferente. Al final de la historia de Sansón, como verás, él finalmente utilizó su fuerza para los propósitos de Dios en lugar de los suyos.

Si eres cristiano, tienes el poder de la resurrección dentro de ti. Aprovéchalo. No solo intentes "ser un hombre más fuerte". A Satanás le encanta debilitar a los hombres fuertes. No trates solo de "ser un mejor hombre". Sé un hombre de Dios. Deja de intentar contar tu historia. Comienza a contar la Suya. No se trata de ti. Se trata de Él. Derrumba esos pilares. Muere a ti mismo para que puedas vivir para Él.