Padres y Madres: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

Ser hijo de padres: Enséñeles a sus padres a ser niños otra vez Los niños pequeños están tan acostumbrados a tener todo "automáticamente", a recibir la ropa, la comida, la vivienda, el transporte y todo lo demás, porque la confianza es algo natural en ellos. Eso también hace que para ellos sea más fácil creer en Jesús, sencillamente saben que Jesús los ama, sencillamente confían en que Jesús siempre los va a ayudar. Pero, a medida que tenemos más edad, y nos volvemos más autosuficientes e independientes, se pierde la "ingenua" fe en que todo lo que necesitamos nos será proporcionado. Los adultos saben que tienen que trabajar para conseguir todo. El problema se presenta cuando los adultos se confunden y comienzan a pensar que quizás tengan que trabajar para obtener el amor de Dios y su bendición. Los adultos pueden pensar que si se comportan mejor, si dicen menos palabrotas, beben menos, o dan más, se pueden ganar un mejor lugar en el cielo. Quizás los "triunfadores" llegan a pensar que son mejores que otros y merecen todo lo que planean obtener de Dios. O peor aún, tal vez porque tienen el temor de que han hecho tantas cosas malas que han perdido el favor de Dios. Permita que Jesús le diga esto al oído. ¿Está listo? “De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Esta especie de "segunda infancia" no es senilidad; en realidad es un estado de ánimo muy feliz en el cual vivir.