Padres y Madres: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

Ser hijo de padres: Perdone a sus padres Me encanta decir "Padre, perdóname", porque él siempre contesta de inmediato esa oración. No hay fondo, ni fin, ni límite para el perdón de Jesús. Pero luego viene la parte difícil: "así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Dios dice que quiere que yo sea igualmente generoso en el perdón a los demás. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:12,13). Si ha leído hasta aquí, me ha escuchado invitándolo a apreciar todo lo que sus padres han hecho por usted; pero seamos realistas, ellos lo han lastimado mucho. Son pecadores y han pecado contra usted. Millones de personas han crecido en hogares con padres alcohólicos, que han abusado sexualmente o que han permitido el abuso sexual de sus hijos, o cuyo adulterio y traición destruyó el hogar. ¿Todavía lleva con usted todo ese dolor? ¿A dónde puede ir con ese enojo? No se puede cambiar el pasado; lo que sí se puede cambiar es la manera como usted decide recordarlo. Así como el Señor lo ha ayudado perdonando sus pecados, también le puede ayudar para que deje de lado el enojo, para que ya no lo castigue, ni lo atormente ni lo atrape. Permítalo.