Padres y Madres: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

La crianza: Recuerde quién los amó primero “Ella hace lo que usted lo hacía a esa edad”. “Es la imagen del papá”. A los orgullosos padres les encanta escuchar estas cosas respecto de sus hijos (suponiendo que es para alabar a los niños). No solo se está aprobando la manera como los criamos; nos están felicitando a nosotros, ¿Y quién tiene suficiente de eso? Cuando pensamos que los niños son estrictamente “nuestros”, haremos bien en recordar que Dios los amó primero y que los sigue amando más. Tenemos que conservarlos en solemne confianza en él. Un día, unas madres llevaron a sus niños pequeños a Jesús, y cuando se subieron encima de él, los discípulos trataron de apartarlos del Salvador. Jesús se indignó y les dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14). La severidad del tono de Jesús era necesaria, les hizo entender a la fuerza dos conceptos importantes: (1) Esos niños me necesitan, también son pecadores. (2) La Palabra y el sacramento pueden edificar la fe también en sus pequeños corazones; pueden creer en mí, son parte del reino de la fe de Dios, y no algún día, sino ahora mismo. Y esto es lo mejor: si Dios los reclama, entonces se obliga a ayudarnos: nos da el perdón de nuestro egoísmo y negligencia, nos rescata de los errores que cometemos como padres, nos da modelos para la toma de decisiones. Y nos da, sobre todo, alegría, la alegría de haber recibido el más grandioso trabajo que cualquier ser humano podría hacer jamás.