Iglesia AutoinmuneMuestra
Purgatorio Protestante
“Hay quienes evitarán pecar, no tanto por amor a Dios y un verdadero sentido de lealtad a Él, sino por miedo a la represión”.
Esto lo escribió Gerardo de Ávila en su libro El Purgatorio Protestante que fue censurado y prohibida su distribución por el polémico contenido acerca del pecado dentro de las iglesias. Pero el autor remarca la manera en la que muchas iglesias “disciplinan” a sus congregantes, lo pongo entre comillas pues esta muy lejos de ser bíblico pues el resultado de expulsar o alejar a quienes pecan públicamente no contribuye en lo absoluto para el crecimiento y madurez de la iglesia.
Pedro es el mejor ejemplo de un pecador que no fue expulsado del ministerio al pecar públicamente, ahora es considerado por muchos como pieza fundamental del evangelio. Fue alguien que experimento la gracia por su verdadero arrepentimiento, a causa de esto fue perdonado de inmediato y recibió su gran comisión directamente de quien negó y rechazó, Jesús. Hoy en día hubiese sido expulsado de cualquier congregación debido a su alto cargo en el liderazgo.
En el libro de Gálatas 6:1 Pablo nos recuerda cómo debemos de restaurar a quienes han caído en pecado, debemos de tratarlos como si fuésemos nosotros mismos con un espíritu de mansedumbre. Pero hay una gran diferencia entre caer en pecado y vivir en él.
Más peligroso que el pecado mismo es la falta de arrepentimiento, ya que sin arrepentimiento no hay perdón de pecados.
A lo largo de todas las Escrituras observamos un sinfín de ejemplos de cómo tratar a quienes han pecado, con amor y misericordia como Dios lo ha hecho con nosotros. Pero nos comportamos como fariseos al momento de ver a alguien más pecar y queremos exponerlo públicamente, ponerlo en “disciplina” por un tiempo indefinido y alejarlo de la congregación cuando esta debería ser la última instancia. Nuestra tarea como Iglesia es restaurar no destruir.
La gracia y misericordia de Dios no es una licencia para pecar, tampoco Dios está disminuyendo su estándar de santidad por nuestra condición pecaminosa. Pero desde un principio creó un plan eterno de salvación a través de Jesús para rescatar a quienes han caído en pecado por medio del arrepentimiento.
Estas son las buenas nuevas que Pedro predicó por todo el mundo, porque él mismo las experimentó.
Acerca de este Plan
Estamos en un tiempo donde la Iglesia sufre de forma grave y lamentable una enfermedad autoinmune. AUTO (a sí mismo) e INMUNE (resistente). La Iglesia en lugar de esperar el regreso de Jesús en unidad y armonía, se ataca a sí misma. Y no sólo me refiero de la iglesia de una manera institucional, sino que de todos los cristianos alrededor del mundo que formamos parte del cuerpo de Cristo. En vez de apoyar y contribuir con la gran comisión nos hemos dedicado a criticar, juzgar y rechazar.
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Nos gustaría agradecer a Sergio Andrés González por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: instagram.com/sergioandres_gb