Consejos del Apóstol Pablo para Año NuevoMuestra

Usa el método F.R.E.

“Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros" (2ª Timoteo 2:1-2).

Cual si fuera un entrenador personal o un motivador, Pablo continua aconsejando a Timoteo en su última carta. La historia y la tradición no nos dicen con claridad si lograron verse luego de esta última carta, pero, al menos en la correspondencia, Pablo le envía a su amado discípulo un plan de acción de cómo fortalecer su fe.

Y por eso resumimos algunos de ellos en lo que hemos llamado el método F.R.E.:

• Fortalécete (2ª Timoteo 2:1-2): Al igual que cuando entrenamos algún deporte o estudiamos, la clave para fortalecer es la acción repetitiva. Pablo le dice a Timoteo que se apropie de la Gracia divina y que se mantenga compartiendo y viralizando el mensaje que habían recibido, esto es, la resurrección de Jesús y las buenas nuevas de salvación a todos. Es hacerlo de contínuo, a diario, por lo medios que tengamos al alcance.

• Reflexiona (2ª Timoteo 2:7): toda temporada de entrenamiento debe tener un tipo de pausa activa, que suele ser un periodo de baja intensidad para priorizar el descanso y la regeneración muscular. Pablo le recomienda a Timoteo que reflexione en la serie de consejos que le está dando y que, además, se mantenga cerca del Señor para que Él le dé un mayor entendimiento y comprensión de todo.

• Esfuérzate (2ª Timoteo 2:15): no se trata de hacer las cosas para ver qué sale. Se trata de que cuando lleguemos al momento decisivo, a la línea de salida, al examen final, nos hayamos esforzado tanto que el resultado sea un reflejo de ese esfuerzo. Pablo le decía a Timoteo que se esforzara para presentarse ante Dios como un obrero aprobado, no uno mediocre o uno escogido al azar. No, uno bueno, aprobado, excelente.

El método F.R.E. puede ser un buen compañero para alcanzar nuestro objetivo supremo de vida, encontrar y cumplir el propósito de Dios para nosotros.

Oración: Querido Dios, el día a día suele ser una espiral de atascos e imprevistos, donde fácilmente se nos va la vida poniendo atención a otras cosas que no son, precisamente, Tu voluntad. Dame la fuerza y permite que te tenga presente en mi día. Amén.